La caja negra en un vehículo es un dispositivo de bajo costo, de tamaño reducido, comúnmente instalado para ayudar a los investigadores a reconstruir accidentes o evaluar el comportamiento de un conductor. Estas cajas graban datos en tiempo real, como velocidad, aceleración y frenado, y están conectadas a los sistemas de monitorización del vehículo. Por lo tanto, son excelentes para encontrar la causa exacta de un accidente o problema de rendimiento. Estas cajas de registro también son conocidas como registradores de datos obd (On Board Diagnostics) o reservorio de datos (Black Box), y son una herramienta muy útil para cualquier persona que desee optimizar el rendimiento de su vehículo.
Una caja negra es un aparato de almacenamiento en el cual se registra información sobre el funcionamiento de un vehículo. Esta información se almacena en forma de datos digitales que pueden ser posteriormente analizados. Estas cajas negras se usan principalmente con el propósito de investigar accidentes, y para este propósito se han entrevistado a aeronaves, trenes, barcos y vehículos terrestres.
Esta herramienta de investigación recoge datos como la velocidad del vehículo, el régimen del motor, el tiempo en marcha, la dirección que se hace, la ubicación del vehículo, las condiciones climáticas, la dirección total, la temperatura interna del vehículo y otros parámetros. Almacenar toda esta información es beneficioso para estudiar por qué se produjo un accidente y cuáles fueron sus consecuencias. Así mismo, sirve para medir la eficiencia del combustible, el comportamiento del vehículo y los conductor habituales.
La caja negra es un dispositivo de seguridad de almacenamiento que se encarga de registrar todo tipo de información pertinente sobre el funcionamiento de un vehículo, y se utiliza para ayudar a investigadores y expertos en el campo a entender mejor qué sucedió cuando un accidente ocurrió. Esta información también ayuda a los fabricantes a desarrollar mejores prácticas de seguridad para futuros vehículos.
Una caja negra de un coche recopila datos continuamente mientras el vehículo se encuentra en funcionamiento. Esta caja suele estar ubicada bajo el tablero o el salpicadero del vehículo y se comunica con diversos sensores del motor, los airbags y otros dispositivos instalados en el coche. Estos sensores detectan datos como la velocidad, aceleraciones, el nivel de combustible, frenado, ubicación del vehículo, etc.
Si el coche sufre un accidente, la información recogida por la caja negra se puede usar para determinar la velocidad del vehículo y el momento exacto de cuando se produjo el accidente. Esto puede ser útil para mejorar el diseño del vehículo, entender mejor el comportamiento de los conductores y para investigar accidentes. Además, los datos recolectados también se usan como parte del proceso de investigación que se lleva a cabo para descubrir la causa de un accidente de tráfico.
Existen diversos tipos de cajas negras. Algunas almacenan y analizan los datos internamente, mientras que otras envían datos directamente a una computadora remota para su procesamiento. Esto último es especialmente útil para la vigilancia de flotas, en la cual una caja negra ubicada dentro de cada coche envía constantemente datos a una estación base la cual registra los datos del comportamiento del conductor.