La homologación es una autorización oficial que los estados conceden a los vehículos para que puedan circular por carreteras organizadas. Está relacionada con la propia fabricación y con el diseño del vehículo, para garantizar que cumpla con todas las normas de seguridad, medioambientales y técnicas establecidas. Por ello, las homologaciones se revisan periódicamente para adaptarse a los cambios de los modelos de fabricación y evoluciones de los vehículos.
La homologación en vehículos se refiere al proceso por el cual el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo o la Dirección General de Tráfico (DGT) acreditan el cumplimiento de los requisitos de seguridad de un modelo de vehículo antes de su puesta a la venta en el mercado. Un vehículo homologado significa, por lo tanto, una garantía para el comprador de dicho vehículo con respecto a su aptitud para uso en carretera, siendo una causa fundamental a la hora de evitar el fraude en los vehículos de segunda mano.
El proceso de homologación de un vehículo consta de diferentes etapas. Primero se realizan diferentes pruebas a los componentes del vehículo para determinar si éstos cumplen con los requisitos establecidos por la reglamentación española o europea. En la segunda etapa se revisa el libro de instrucciones y la información que el fabricante del vehículo proporciona al comprador acerca del mismo. Por último, se revisa que la información en la tarjeta de homologación corresponde con la información del vehículo.
Si el vehículo cumple todos los requisitos exigidos, es homologado y el fabricante se ve en libertad de ponerlo a la venta, ofreciendo al comprador garantías tanto para la seguridad como para el uso con fines lúdicos. Si el vehículo no cumple los requisitos, el Ministerio lo rechazará y no se autorizará la puesta en el mercado.
Para realizar una homologación de un vehículo es necesario contar con todos los documentos relacionados con éste y presentarlos al organismo de homologación correspondiente. Esta documentación debe mostrar claramente la identidad del dueño, el estado del vehículo y el uso al que se destinará.
Es importante comprobar que la documentación esté completa y esté firmada por el propietario, para prevenir inconvenientes posteriores. La documentación más común que debe presentarse para regularizar un vehículo es:
Es importante conocer y cumplir con los requisitos específicos de cada país o región en particular. Algunos estados requieren más documentación, como un certificado de conformidad, un seguro de responsabilidad civil obligatorio o una prueba de estado de carga del vehículo.
La homologación de vehículos es el proceso a través del cual un vehículo cumple con ciertos requisitos, establecidos por ley, antes de salir al mercado. Esto le otorga legitimidad y seguridad a los usuarios, garantizando así su seguridad y sus derechos. A continuación, se detallan los diferentes tipos de homologación de vehículos.
Homologación Técnica: Se trata del proceso de homologación de un vehículo por parte de un organismo oficial. Éste revisa los estándares técnicos, tales como la capacidad, el tamaño, la eficiencia energética, los equipos de seguridad, así como otros estándares de seguridad vigentes para que el vehículo pueda ser aprobado y autorizado para circular públicamente.
Homologación Estética: Esta es la homologación de un vehículo para cumplir con los requisitos de algún fabricante determinado, tales como modelos y estilos de fabricación. Estos requisitos seguramente se encontrarán en la documentación de la versión específica del vehículo y/o en la documentación técnica oficial del fabricante.
Homologación Legal:Esta homologación se relaciona con los requisitos legales para la construcción de vehículos y su validez para circular públicamente. Ésta incluye todos los requisitos legales para un vehículo; tales como impuestos, certificaciones de seguridad, impuestos, así como los códigos de tránsito vigentes.
Homologación en un País: Este tipo de homologación es mucho más restrictivo, ya que los requisitos serán específicos a la zona donde se vaya a establecer la operación del vehículo. Estos requisitos incluyen los estándares técnicos, las leyes, los requisitos fiscales y la regulación de tránsito de la zona específica.