El juego de las válvulas en un vehículo es una medida relacionada con la calidad y el rendimiento del motor. Se refiere a la amplitud de movimiento de la válvula dentro del motor, y es un indicador importante para mantener el motor en buenas condiciones. Un juego demasiado amplio dará como resultado una menor eficiencia, y un juego excesivamente reducido puede provocar una mala combustión. Por tanto, es importante mantener el juego de las válvulas de acuerdo con los parámetros específicos recomendados por el fabricante.
El juego de las válvulas de un vehículo se refiere a la distancia entre la parte superior de la válvula y su correspondiente balancín. Esta es una medición importante, ya que el motor no funcionará correctamente si el juego de las válvulas está incorrecto. El juego de válvulas se mantiene durante los años ajustando el ángulo de las cabezas de las válvulas.
Una vez que el juego de válvulas es medido y ajustado con el propósito de sincronizar los golpes de combustión, se conoce como ajuste de válvulas. El ajuste de válvulas es relevante cada vez que se reemplaza el árbol de levas, los bulones adicionales, las válvulas, los huecos de las válvulas y las muelles de la válvula. Debe asegurarse de que todos los componentes se reemplacen o ajusten correctamente para evitar daños al motor.
Es importante asegurarse de que el juego de las válvulas se mantenga dentro de los límites de tolerancia recomendados por el fabricante. Esto significa que el juego no debe ser ni demasiado grande ni demasiado pequeño. El exceso de juego en las válvulas causará ruido inesperado e insuficiencia de compresión. Un juego demasiado pequeño causará golpeteo inusual e inflamación térmica. Si el juego de válvulas está fuera de los límites de tolerancia recomendados, el automóvil puede demostrar desperfectos de funcionamiento, como una disminución en el rendimiento del combustible y una disminución en la potencia del motor.
Un mal ajuste en el juego de válvulas afectará notablemente el rendimiento de tu vehículo. Por lo general, los signos de alerta son el aumento de la temperatura del motor, vibraciones y ruidos inusuales, y una reducción notable en el rendimiento. Dejar que un problema así se prolongue traerá como consecuencias graves daños al motor y problemas de escape.
Los motores de rendimiento pueden enfrentar una reducción en el torque y la caballería de caballos, así como problemas de combustión anticipada, que harán que la mezcla de combustible y aire se queme antes de llegar a la cámara de combustión. Esto significa problemas adicionales como un mal combustible o demasiada compresión. Independientemente de estas últimas, si un mal ajuste continúa sin repararse, se corre el riesgo de que los pistones no estén en posición correcta al momento de comprimir la mezcla de combustible y aire.
Si no se repara el mal ajuste del neumático, existe el peligro de que el motor sufrirá una sobrecalentamiento considerable debido a una mala circulación: el líquido refrigerante no recapitalizará de manera eficaz la sobrecalentamiento. Esto podría generar una falla del motor. Las bujías y las válvulas tendrán problemas si hay un mal ajuste, ya que los pistones no se moverán de manera eficaz, lo cual generará sobrecalentamiento en ellas.
Un mal ajuste del juego de válvulas también puede provocar vapores de aceite en el sistema de escape. Aunque estos vapores suelen ser atrapados por el filtro de aceite, si el sistema ha sido sometido a un estrés excesivo, los vapores pueden pasar por el filtro, lo que conduce a una reducción en el rendimiento del motor, así como daños en el sistema de escape y en la ECU (Unidad de Control Electrónico) del motor.
En resumen, un mal ajuste del juego de válvulas puede causar daños al motor, así como problemas con el rendimiento, problemas en el funcionamiento de las bujías y las válvulas, una reducción en el torque y los caballos de potencia y una sobrecalentamiento del vehículo. Si se deja el problema sin reparar, pueden surgir consecuencias mucho más graves. Por eso siempre se recomienda un chequeo regular para asegurarse de que el juego de válvulas está bien ajustado.