La prueba de choque es la evaluación de la seguridad de los vehículos. Esto se realiza mediante la simulación de un choque frontal, lateral y trasero a través de la colisión automatizada de un vehículo de ensayo con un vehículo de producción. Esto mide el nivel de protección que ofrece el vehículo a sus pasajeros en caso de un accidente. Se determina la aceleración, fuerza y distancia recorrida del vehículo ensayado para garantizar que los parámetros de seguridad se cumplan. El resultado de esta prueba es crítico para el diseño de los vehículos modernos, con el objetivo de evitar o minimizar lesiones en caso de accidente.
La prueba de choque es una forma de evaluar la seguridad de los vehículos. Se realiza mediante una simulación en laboratorio de una colisión a baja velocidad. Durante el test, se miden los impactos en la estructura del vehículo, los cinturones de seguridad, las airbags, así como la seguridad de los ocupantes contra posibles lesiones.
La prueba de choque se diseñó para imitar colisiones con otro automóvil o algún objeto inamovible a una velocidad de hasta 60 km/h. Esta prueba se utiliza para medir el nivel de seguridad para los ocupantes de los vehículos y como parte de las pruebas de certificación estandarizadas para todos los vehículos vendidos en la Unión Europea.
Gran parte de la información obtenida a raíz de la prueba de choque se utiliza para desarrollar los sistemas de seguridad activa de los vehículos, como los airbags, los frenos ABS, los sistemas de ayuda al conductor, entre otros. Esto contribuye a mejorar significativamente la seguridad de los vehículos, protegiendo tanto a los ocupantes como a otros usuarios de la vía.
Las pruebas de choque o crash-test son pruebas simples realizadas para conocer la seguridad y fiabilidad de un vehículo. Estas se llevan a cabo para una variedad de estándares distintos dependiendo de la ubicación geográfica y de la marca. Estas pruebas por lo general incluyen la opción de impactar a grandes velocidades a una pared, y también comprobar los niveles de seguridad en caso de choques frontales y lateral, que permitan evaluar la seguridad activa y pasiva del vehículo.
Durante la prueba de choque, el vehículo se lleva a una determinada velocidad a una superficie duramente construida como un muro para simular una colisión. Las fuerzas generadas en la colisión se miden para determinar el nivel de seguridad proporcionado por el vehículo. Todas las pruebas se realizan bajo estrictas reglas y códigos internacionales para garantizar resultados consistentes. Se utilizan una variedad de herramientas para medir una variedad de parámetros, como la desaceleración, las fuerzas G, el impacto, entre otros.
Por último, los resultados de estas pruebas se utilizan para determinar los niveles de seguridad de los vehículos, y se publicarán como promedios generales y por modelo específico. Los resultados de las pruebas de choque tienen el objetivo de ayudar a los clientes a encontrar vehículos más seguros para ellos o posteriormente para auditorías financieras.