Un sincronizador es una parte integral de un vehículo que ayuda a las partes moviles del motor a coordinar sus movimientos. El sincronizador es un dispositivo de engranaje, redondo y plano, con una serie de dientes externos en él, que actuan de una forma especifica para alinear al vehículo correctamente. Esto permite que el motor combine la combustión interna, la electrónica y el sistema de encendido para operar de forma segura y eficiente.
Un sincronizador (también conocido como un embrague de sincronización) es un dispositivo que media la sincronización entre engranajes con diferentes velocidades de entrada. El dispositivo consta de un diente, llamado índice de sincronización, situado entre dos engranajes con la misma velocidad de entrada. El índice de sincronización entra en el hueco entre los dos dientes, permitiendo a los engranajes con diferentes velocidades de entrada rotar a la misma velocidad.
Un sincronizador es una parte esencial de un vehículo efectivo y seguro. Está diseñado para mantener a los engranajes de su vehículo sincronizados para evitar daños o fallas. La velocidad del vehículo puede afectar el funcionamiento del sincronizador al igual que la tensión en los engranajes. Si la velocidad es demasiado alta, los engranajes se solaparán y podrían dañar el embrague de sincronización, lo que provocaría conflictos de funcionamiento.
Tener un sincronizador en buen estado también prolonga la vida útil de un vehículo. Si se permite que el embrague de sincronización se estropee, los engranajes se desgastarán por el desgaste irregular que se produce al rotar a diferentes velocidades. Esto podría resultar en la necesidad de reemplazar los engranajes antes de tiempo. Un sincronizador en buen estado puede prevenir esto al permitir que los engranajes funcionen a la misma velocidad y con la fuerza adecuada.
Los primeros sincronizadores fueron inventados en los años 1930. Desarrollado por Adolphe Kégresse, un diseñador de automóviles, la innovación ofrecía una forma más suave para cambiar de velocidades al conectar la transmisión a un motor. Como resultado, los conductores podían conducir vehículos a altas velocidades sin exigir que sus motores trabajaran demasiado. El sistema recibió el nombre de sincronizador ya que una vez que los engranajes internos habían alcanzado la misma velocidad, el cambio de marchas era fluido y con un sonido agradable.
El sistema se produjo comercialmente por primera vez en 1934 en el Citroën 7CV que se fabricó en Francia. Esta primera implementación tenía un mecanismo de pegamento al lado de la palanca de cambios que ayudó a aumentar el control durante el mecanizado. En los años transcurridos desde entonces, los sincronizadores han evolucionado en términos de tamaño, resistencia y resistencia a la tensión. Hoy en día, esta tecnología se utiliza en todo tipo de vehículos, desde motocicletas hasta camiones comerciales.
Un sincronizador de vehículo es un dispositivo mecánico necesario para la conexión entre el motor y la transmisión. El sincronizador es una pieza redonda con unas ranuras que permiten que las marchas se “acoplen” correctamente. Estas ranuras son el mecanismo de sincronización que hace que la velocidad cambie de forma suave sin problemas. Así, el sincronizador se usa para conectar el motor con la transmisión para un cambio de marcha en la transmisión de los vehículos.
El sincronizador es responsable de asegurar que las velocidades del motor y de la transmisión se ajusten a la velocidad de la marcha antes de hacer el cambio. De esta forma, la transmisión no tendrá que trabajar para sincronizar estas velocidades y, por lo tanto, permitirá un cambio suave.
El sincronizador trabaja verificando la velocidad de la transmisión y del motor. Un anillo de sincronización en el eje de salida de la transmisión se mueve mientras el motor acelera. Cuando el anillo alcanza la misma velocidad que la rueda dentada, se acopla correctamente y permite el cambio fácil entre marchas.
En el caso de un vehículo con sistema de cambio automático, el sincronizador también asegura una transición de marcha sin problemas. Esto se logra cuando el motor aumenta su velocidad gradualmente para mantener el equilibrio con la velocidad de la transmisión durante el cambio de marcha.
La correcta función del sincronizador garantiza menor uso del motor al cambiar entre marchas. Esto significa que el motor funcionará con mayor eficiencia y consumirá menos combustible. En los vehículos modernos, el sincronizador también se usa con fines de ahorro de combustible, ya que ayuda al motor a trabajar de forma más eficiente al cambiar entre marchas.