La temperatura de escape de gases en un vehículo se refiere a la cantidad de calor presente en los gases de escape de un motor térmico. Esta temperatura, incluso con las mejores prácticas de mantenimiento, se encuentra por encima del límite de operación óptima. Esto se debe a que los gases de escape están cargados con trabajo térmico que queda luego de que el combustible se ha quemado completamente en el cámara de combustión. Esto significa que tales temperaturas excesivas reducen la eficiencia del motor, y podrían ser un síntoma de problemas mayores como mal funcionamiento de los componentes de encendido o filtros de aire.
La temperatura del gas de escape de un vehículo mide la cantidad de calor resistido por los componentes del sistema de escape. Esta medida es importante para determinar si el sistema de escape está funcionando correctamente. Cuanta más calor resiste un componente, más probable es que sea necesario su reemplazo. De todos modos, la temperatura del gas de escape también puede ser usada como un indicador del rendimiento general del motor.
Normalmente, la temperatura de los gases de escape de un vehículo debería estar entre los 200 y 250 grados Celsius. Si el gas sale a una temperatura mucho más alta, puede ser un signo de que hay un problema con el vehículo, como una mezcla de combustible incorrecta o una válvula de escape dañada. Si los gases de escape salen a una temperatura mucho más baja, entonces esto podría indicar un problema con una válvula de admisión o un ligero sobrecalentamiento.
Es importante comprobar la temperatura del gas de escape periódicamente para asegurarse de que el vehículo se mantenga en buen estado y para prevenir daños innecesarios. Esto se puede hacer comprobando los gases de escape con una Termofotógrafo de Mano para detectar puntos cálidos en el sistema de escape que indiquen la existencia de un posible problema. De esta manera, se pueden detectar problemas antes de que se conviertan en problemas más grandes.