turbulencia

Turbulencia es un efecto aerodinámico que los vehículos experimentan a cierta velocidad. Esto significa que el aire fluirá alrededor y bajo el vehículo y causará resistencia al movimiento. Esta resistencia hace que el vehículo no alcance sus velocidades óptimas. En los modernos vehículos de pasajeros, esta turbulencia se combate con un diseño aerodinámico especial. Este diseño asegura que el vehículo sea mucho más eficiente al navegar a velocidades altas y reducir la resistencia al viento. Esto ayuda a los vehículos a alcanzar mayor velocidad con menos combustible.

Significado de Turbulencia

Turbulencia es el fenómeno atmosférico en el que hay leves desviaciones del viento. Estas desviaciones pueden causar que los vehículos sufran movimientos laterales y vibraciones que provienen de variaciones en la dirección o velocidad del viento. La turbulencia sopla en todas direcciones, de forma aleatoria. Así pues, la turbulencia no siempre se produce en una formación lineal, a veces es conducida hacia una zona cercana. Si un conductor se encuentra en una zona con turbulencia, puede sentir el coche girando, cambiando de lado, bamboleándose, balanceándose, etc.

La turbulencia puede ser causada por la división de flujos de aire a gran velocidad, o por factores externos como la temperatura y humedad del aire, y el nivel de presión. Estos factores también pueden afectar a la sensación de movimiento que el conductor experimenta. La turbulencia puede ser suave o fuerte, según el nivel en el que se encuentre el viento, y también según la cantidad de aire que se desvíe de su curso. Asimismo, estimar la intensidad de la turbulencia depende de los factores ambientales, como la temperatura, la humedad y el nivel de presión.

¿Por qué es necesaria la turbulencia para una buena combustión?

La turbulencia es una oscilación violenta o conmoción en el movimiento del aire dentro del sistema de combustión de un vehículo. La turbulencia genera intensos remolinos y múltiples impactos de los fluídos en las paredes del cilindro, lo que a su vez mejora el mezclado y la combustión en los motores a combustión interna. Esto mejora los niveles de rendimiento de la combustión, reduciendo los niveles de emisión de NOx (Óxido de Nitrógeno). Por lo tanto, la turbulencia se considera indispensable para lograr una combustion eficiente en los motores a combustión interna.

Además, la turbulencia favorece la formación de una mejor combustión, permitiendo la combustión más completa del combustible. Esto ayuda a eliminar los residuos nocivos del motor como los productos de escape, el monóxido de carbono y los óxidos de nitrógeno. La turbulencia también permite una mayor combustión, lo que mejora el rendimiento del motor, así como el ahorro de combustible.

Es importante destacar que la turbulencia se controla mediante diferentes métodos, como el codificado de la geometría del cilindro, la inyección de aire de turbina y la inyección de combustible. Estos métodos contribuyen a optimizar los procesos internos del motor, mejorando la eficiencia de todo el sistema de combustión. Esta mejora en el rendimiento tanto del motor como del vehículo es uno de los principales beneficios de los sistemas de turbulencia.

Términos relacionados