El anticongelante en un vehículo evita que el líquido de refrigeración se congele a temperaturas más bajas de lo normal. Es una mezcla de agua pura y un producto químico especial llamado glicol de etileno. El anticongelante ayuda a disminuir la temperatura del motor y mejora la eficiencia de las partes metálicas del motor. En algunos casos, el anticongelante incluso mejora la vida útil de los motores.
Anticongelante es una solución de líquido y disolventes diseñada para reducir las temperaturas de congelación de los motores de combustión interna. Algunas veces también se conocen como refrigerantes, un término usado para englobar un conjunto de líquidos con el fin de enfriar el sistema de refrigeración de un motor. Se utiliza para mantener el nivel adecuado de temperatura en un motor, para evitar daños o un mal funcionamiento. Asimismo, también ayuda a mantener la viscosidad del líquido para lubricar los componentes del motor, lo que contribuye al buen funcionamiento del mismo.
El solucionante principal del anticongelante está compuesto de una mezcla de etilenglicol y agua. El etilenglicol es un líquido incoloro que reduce la temperatura de congelación hasta los -37°C y la temperatura de ebullición hasta los +107°C. Agregado al etilenglicol hay una cantidad de disolventes, obtenidos a partir de compuestos minerales y orgánicos.
Los componentes adicionales como los antioxidantes, alcalinizantes, inhibidores de la corrosión y demás aditivos fueron incorporados para mejorar el rendimiento del líquido y darle mayores propiedades protectivas.
Un anticongelante para vehículos se conforma de una mezcla de agua y de un producto químico, el cual evita la formación de hielo en los motores de vehículos. Es importante tener en cuenta que no todos los anticongelantes son iguales y se deben tener en consideración algunas características para escoger el adecuado.
Los principales elementos que hacen a un anticongelante seguro para el motor son su punto de congelación, su inhibición protectora, su resistencia al daño por corrosión, su pH y su contenido de nitrito. Entre los puntos importantes, se menciona el punto de congelación. La temperatura a la que el líquido comienza a helarse lo hace más adecuado para motores de temperaturas altas, para este caso, el indicado sería un anticongelante que rinda entre -37°C y -50°C.
La inhibición protectora del líquido es otra característica clave para la protección del motor. Esta se refiere a la capacidad del líquido para resistir la corrosión por actividad ácida que se forma en la mezcla de agua y anticongelante. Para una mayor protección, es conveniente seleccionar anticongelantes que presenten protección contra agua de lluvia, aceite de motor y, por supuesto, el ácido que genera el calor del motor.
La resistencia al daño por corrosión también es clave en la elección del líquido para el motor. Para una buena seguridad, el líquido debe ser resistente a los ácidos y a la corrosión. Esto se conoce como pH y, generalmente, debe ser de 8,5 o superior para una buena protección. También se recomienda asegurarse de que el líquido es resistente al nitrito para evitar corrosión. Esto se conoce como contenido de nitrato y el nivel adecuado es el establecido por las normativas del vehículo.
Por último, el operador debe asegurarse de que el líquido seleccionado mantenga la estabilidad entre diferentes temperaturas, y esto se alcanza con el uso de un producto de buenas calidades. El anticongelante debern de ser altamente resistente a la temperatura, para así preservar el motor en los cambios extremos de temperatura.
Uno de los temas más importantes relacionados con el uso del anticongelante es el cambio regular del mismo a intervalos periódicos. La necesidad de cambio se debe principalmente a que el anticongelante se diluye con el tiempo, por lo que es importante asegurarse de que la concentración del mismo se mantenga a las especificaciones del fabricante para evitar complicaciones.
En la mayoría de los casos, el fabricante del vehículo especifica que la concentración del anticongelante se debe verificar cada cierto número de millas o kilómetros recorridos. Normalmente esto se recomienda que se haga cada 30 mil millas o 50 mil kilómetros, aunque esto también puede variar según el tipo de vehículo y el tipo de anticongelante usado. Para verificar la concentración del anticongelante, es necesario usar un prueba especializada, ya que los cambios en la misma son difíciles de identificar a simple vista. Por otro lado, es importante mencionar que cada vez que se realiza un cambio de aceite, es recomendable cambiar el anticongelante también.
Otro factor importante para tener en cuenta al hacer el cambio del anticongelante es usar una marca original del fabricante. Esto es debido a que algunas marcas genéricas funcionan mejor con un tipo de vehículo en particular. Si no está seguro de qué tipo de anticongelante comprar, es mejor asesorarse profesionalmente para evitar problemas.