Punto muerto o punto muerto mecánico se refiere a la posición en la que el pedal del acelerador se encuentra en la posición más baja, y los demás pedales, como el embrague y el freno están en la posición más alta. Esta posición se usa como una configuración de reposo para el motor. El punto muerto es importante, ya que permite al conductor encender y apagar el motor sin que se produzca sitio inaceptable.
El punto muerto hace referencia a un punto del motor donde no hay compresión en los pistones, y donde los árboles de levas no están accionando las válvulas. Este punto se encuentra en los motores de combustión interna, donde las reacciones químicas ocurren entre gasolina, aire y compresión para producir energía motriz. Se divide en punto muerto superior (PMS) y en punto muerto inferior (PMI).
El punto muerto superior se refiere al momento en que el pistón se encuentra en la parte superior del cilindro y las válvulas de admisión y escape se cierran. En este punto, los combustibles no pueden entrar o salir, lo que significa que el movimiento se detiene. La mayoría de los motores modernos tienen un punto muerto superior y un punto muerto inferior, que es en el momento en que el pistón se encuentra en la parte inferior del cilindro. En esta área de la carrera, ya sea que el pistón esté subiendo o bajando, la presión del gas se ha disipado por completo por lo que no hay combustible para quemar.
El punto muerto reduce la compresión durante los cambios de marcha y evita que el motor se apague durante el arranque. Al controlar el timing de encendido y apagado del motor, el punto muerto influye en la eficiencia general del motor, así como en el flujo de aire y escape. Por lo tanto, es importante asegurarse de que el punto muerto esté ajustado correctamente para obtener el máximo rendimiento del motor.
Circular en punto muerto implica conducir un vehículo en tiempos de tráfico intenso a la velocidad del punto muerto. Esto generalmente es visto como una estrategia antiestética, ya que se requiere que el vehículo se detenga y vaya a la misma velocidad de tráfico existente. Además, se requiere que el conductor sea súper consciente para reducir el riesgo de colisión.
Para circular en punto muerto, primero el conductor debe ubicar el vehículo en el modo de punto muerto. Esto se hace presionando el pedal del embrague y luego moviendo la palanca del cambio a la posición de punto muerto. Una vez en punto muerto, la primera tarea es asegurarse de que todos los usuarios tienen su zona segura. Esta zona segura le indica al conductor que el camino está libre de obstáculos y de otros vehículos.
Luego, el conductor debe presionar el freno con el pie izquierdo para evitar que el vehículo se mueva más allá del punto muerto. La dirección también está apagada, lo que significa que el volante no se mueve. El conductor entonces inicia un método de conducción llamado circulación en adelante. Esto se logra alternando entre el freno y el pedal del acelerador para mantener la unidad estable sin exceder la velocidad permitida.
Mientras circula en punto muerto, el conductor también debe prestar atención al tráfico que lo rodea. Esto se logra ejerciendo el mínimo control de la velocidad. Si el tráfico se mueve más rápido, el conductor debe aumentar ligeramente el acelerador para mantenerse al tiempo con los demás vehículos. Por el contrario, si el tráfico se mueve más lento, el conductor debe reducir el acelerador para mantenerse al día con los demás vehículos.