Un balancín en un vehículo es un mecanismo horizontal instalado en el eje de un vehículo. Dicho mecanismo se encarga de transmitir energía desde la rueda conducida (la tracción) al otro eje del vehículo. Esto permite que los dos lados de un seminuevo, camión o cualquier otro vehículo movil reciban la misma cantidad de energía, proporcionando así un mejor control y manteniendo la estabilidad del vehículo.
El balancín es un dispositivo mecánico en los vehículos con suspensión independiente que va situado entre una o varias ruedas y el chasis. Está diseñado para absorber los golpes del camino y mejorar así la estabilidad y la comodidad de los pasajeros. Está compuesto por resortes, muelles y amortiguadores.
El principal objetivo del balancín es proporcionar a los vehículos estabilidad y comodidad al conducir en superficies irregulares. Reduce la vibración y los efectos de los choques inesperados al rodar sobre un terreno sin asfaltar y mejora la dirección y el manejo del vehículo.
Debido al uso generalizado del balancín, el fabricante puede mejorar el diseño y ahorrar peso al mismo tiempo. Esto se consigue añadiendo otros elementos como los frenos integrales, los frenos de presión compensativa, los amortiguadores ajustables o los ejes de la dirección. Estos elementos aportan una serie de ventajas como el aumento de la resistencia de la suspensión y el mejoramiento en la dirección.
La deficiencia más común del balancín es la fatiga producida por la rodadura. Esto puede dar lugar a una reducción en su funcionalidad y la aparición de problemas de estabilidad y comodidad. Para solucionar este problema se recomienda el examen periódico y el reemplazo del balancín cuando esté desgastado.
Un balancín es un vehículo de transporte con una base de cuatro ruedas que soporta una plataforma en la parte superior. Se utiliza para transportar al usuario a su destino. Hay muchos tipos de balancines, y cada uno está diseñado para satisfacer las necesidades de los usuarios. Algunos de los tipos más comunes de balancines incluyen:
Auto-balanceadores: Estos son los tipos más pequeños de balancines, normalmente los encontramos con dos ruedas. Están diseñados para uso en ciudades, ofrecen una gran maniobrabilidad y alcanzan velocidades bajas de entre 10-20 km / h. Están equipados con un control de velocidad para maximizar la seguridad del usuario.
Scooters balanceados de dos ruedas: Estos son similares a los auto-balanceadores, pero tienen una capacidad de carga más grande y ofrecen la posibilidad de subir en uno con dos pasajeros. Son perfectos para ciudades con muchos obstáculos como escaleras. Sus velocidades fluctúan entre 25-45 km / h.
Scooters eléctricos de tres ruedas: Estos son un poco más grandes que los auto-balanceadores y permiten el transporte de tres pasajeros. Poseen alto rendimiento y tienen una batería de larga duración, aproximadamente unas 50-60 horas. Son adecuados para viajes de largo recorrido, alcanzando velocidades de hasta 25km / h.
Scooters de movilidad para personas con discapacidades: Estos son scooters diseñados especialmente para personas con discapacidades. Están equipados para soportar la carga del usuario con discapacidades y contar con características de seguridad únicas. Están equipados con grandes baterías que permiten distancias de hasta 60-80 km en una carga.
Un balancín de vehículo está hecho de una variedad de materiales, como acero, aluminio, material compuesto, fibra de vidrio y plástico. El acero es el material usado más comúnmente para la fabricación de balancines, debido a la resistencia, rigidez y durabilidad que ofrece. Los balancines de aluminio tienen una menor resistencia, pero son más ligeros que los de acero. Los materiales compuestos son livianos y resistentes, dándole al vehículo un mejor equilibrio y mayor durabilidad. La fibra de vidrio, con una resistencia y agilidad sorprendentes, es un material comúnmente empleado para los balancines corridos. El plástico, aunque no ha sido adoptado ampliamente, ofrece la ventaja de que puede ser moldeado en una gran variedad de formas y tamaños sin añadir mucho peso al vehículo.
Al momento de escoger el material, deberás considerar la durabilidad, el peso y la resistencia de cada material en particular. Adicionalmente, debes tener en cuenta el costo de los materiales, ya que este puede variar en gran medida. Las aleaciones de aluminio son un poco más caras que el acero, pero tienen una mejor relación precio-desempeño.