Una ballesta es un elemento de suspensión en vehículos automotores, también conocida como muelle helicoidal. Se utiliza para permitir el movimiento vertical del vehículo, permitiendo la absorción y distribución del impacto y reduciendo así el impacto en los pasajeros. Estas ballestas están usualmente hechas de un material duro, como el acero. Está formada por una banda de acero enrollada alrededor de un eje central para formar una espiral, dando resistencia al desplazamiento vertical del vehículo y manteniendo la estabilidad y seguridad del mismo.
La ballesta es un vehículo utilitario usado para transportar cargas. Está diseñado para soportar cargas pesadas con un tamaño y un peso extremadamente grandes. Está compuesta por un chasis y un brazo oscilante al que está conectada la suspensión. El chasis es un marco robusto, comúnmente de acero y estructuralmente reforzado para resistir el peso de la carga.
Una vez cargada, la carga se conecta al brazo oscilante que se balancea hacia adelante y hacia atrás para amplificar el efecto de la suspensión. Las ballestas también son conocidas como camiones balancines, camión semi-remolque, contenedores semi-remolque y contenedores articulados. Estos vehículos se utilizan comúnmente en aplicaciones de transporte o minería, y suelen estar equipados con un motor de combustión interna.
La ballesta es un vehículo único, ya que combina la capacidad de portar y soportar cargas pesadas con una maniobrabilidad relativamente alta. Esto significa que los conductores pueden mover la ballesta con una maniobrabilidad similar a la de un coche tamaño pequeño, por lo que no requiere tanto espacio para maniobrar. También son mucho más eficientes que los camiones de remolque de tres ejes, ya que es más fácil controlar la diferencia de peso entre los dos ejes.