Un carril reversible es una sección de carretera que está limitada a un solo sentido de tráfico, donde los conductores pueden cambiar de carril según la dirección deseada. Estos carriles se utilizan generalmente para aumentar la eficiencia del flujo vehicular, permitiendo el tráfico de manera bidireccional en horas de baja congestión. Estas vías son útiles para eventos como el control de tráfico vial, controles temporales y agendas especiales, como los festivales, matrimonios o bodas.
Un carril reversible es una parte de una carretera en la que el tráfico alterna su dirección. Esto significa que lo que fue un carril en una dirección en un momento dado puede convertirse temporalmente en carril reversible, para que el tráfico pueda viajar en la dirección opuesta.
Los carriles reversibles generalmente se encuentran en áreas muy concurridas, como la de una gran ciudad. Esto permite a los conductores cambiar fácilmente la dirección del tráfico según las condiciones locales. Por ejemplo, una ciudad grande podría tener un carril reversible para que los automovilistas puedan viajar hacia el este durante la mañana y al oeste por la tarde. Esto permite un flujo de tráfico fluido en ambos sentidos.
Los carriles reversibles seguros se diseñan para proteger a los automovilistas, ya que tienen señales y sistemas de barreras para evitar la entrada de vehículos no autorizados. Se pueden encontrar señales de advertencia con luces intermitentes, que le indican al conductor el límite de velocidad en caso de cambio de dirección.
Otra utilidad de los carriles reversibles es la reducción de la congestión. Crear un carril reversible significa que el número de carriles en una autopista puede duplicarse con la misma cantidad de carreteras, lo que permite aliviar la congestión y mejorar la fluidez de tráfico.
Los conductores que usen un carril reversible deben conocer y respetar algunos números principios:
1. El uso de un carril reversible está estrictamente prohibido durante las horas de mayor afluencia de tráfico.
2. El conductor no debe mudar de carril mientras otro vehículo se aproxime.
3. Cuando un conductor se mude de un carril a otro, es crucial usar la señalización adecuada y no mudarse repentinamente sin previo aviso. Esto se debe hacer a una velocidad adecuada para no colocar en riesgo a otros conductores.
4. Se debe asegurar que el uso del carril reversible sea sólo para los vehículos previamente autorizados. Algunos ejemplos serían: ambulancias, bomberos, grúas, reabastecimiento de combustible, vehículos de limpieza, camiones de servicio, entre otros.
5. Nunca se debe usar un carril reversible para adelantar a un vehículo.
6. Al igual que los otros carriles, todos los conductores deben mantener la velocidad máxima establecida, generalmente es más baja que en otros carriles.
Un carril reversible es una via de circulación diseñada, ubicada en una carretera existente o nueva. Esta sección de la calzada puede ser de un solo carril o de dos direcciones con sentido alterno. Esta tendencia de diseño de tráfico se ha vuelto común en muchas ciudades debido a la importancia de los flujos de tráfico.
Los carriles reversibles pueden usarse para direccionar el tráfico: hay períodos en los cuales el tránsito de vehículos fluya hacia una dirección y luego cambien para el flujo opuesto. Esta dirección del tránsito dependerá mucho de los horarios y patrones de tráfico de la ciudad; por ejemplo, para crear una dirección en la que el tráfico entrante de la mañana fluye hacia el centro de la ciudad, y el de la noche fluya a la dirección opuesta. La reversión del carril puede producirse manualmente o automaticamente.
Además, los carriles reversibles ofrecen beneficios en la prevención de incidentes y mejoran la circulación en aquellos períodos de mayor tráfico. Estos carriles a veces proporcionan la oportunidad de viajar dentro de la ciudad más rápido. Esta opción de movilidad debe ser controlada para evitar excesos de velocidades y respetar los límites legales.
Sin embargo, los carriles reversibles siguen siendo una decisión discutible entre ciudadanos y transportistas. Algunas personas, como los residentes cercanos a los carriles, se quejan del ruido y la contaminación producidos por el exceso de tráfico en los carriles reversibles. Estas quejas han llevado a la ubicación de zonas específicas de colores en los que los vehículos deben reducir la velocidad o limitar su número.