El ciguenal es uno de los principales componentes del motor de un vehículo. Se trata de una gran pieza metálica que se alinea con el bloque del motor. El ciguenal sirve de soporte para los pistones y bancadas de los cilindros. Está conectado a las bielas, con el fin de transferir la energía creada por la combustión de los pistones para el cigüeñal. También sirve para conectar la bisagra de la culata con el motor.
Un cigüeñal o árbol de levas es un eje largo e inclinado en forma de V, que recibe el movimiento de la distribución (trayectoria de los cilindros en los que se introduce la mezcla de aire y combustible) y lo transmite al bloque del motor. En los vehículos de combustión interna, el cigüeñal es la parte más importante del motor, ya que sin el no se podrían generar los giros necesarios para propulsar el vehículo.
El cigüeñal suele constar de una varilla de metal con cuatro o ligero de seis brazos esparcidos en ángulo para encajar con las bielas. Estas pueden estar hechas de acero o de aluminio. El cigüeñal sirve para relacionar el movimiento de rotación de la distribución del motor con la carrera de subida y bajada de los cilindros, de manera que se produzca la combustión adecuada.
Los cigüeñales se fabrican ya sea para motores de carburación o para sistemas con turbos. Estos, suelen contar con un colector deadmisión y un árbol de levas en la parte superior del motor. El cigüeñal existe en todos los motores de combustión interna, de cualquier tipo y modelo, y es fundamental para su funcionamiento.
Los cigüeñales requieren un mantenimiento constante para garantizar un buen funcionamiento del motor. Por ello, es recomendable cambiarlos cada x kilómetros, según el fabricante. Sin embargo, el desgaste de este componente también puede deberse a una incorrecta lubricación, baja calidad de los aceites, sobrecalentamiento del motor o a la alteración de la geometría del mismo.