Una bomba de gasolina es una pieza importante en los vehículos. Se encarga de alimentar el motor con el combustible almacenado en el tanque. Funciona tras colocar un interruptor para encenderla, la cual succiona el combustible del tanque al carburador a presión. Durante el proceso térmico, el aire llega en el peor de los casos al motor a través de la bomba de gasolina, lo que hace posible que el combustible sea vaporizado para formar la mezcla que genera energía útil para el funcionamiento del mótor.
La bomba de gasolina es un componente básico de un vehículo que se encarga de alimentar el motor con combustible. Básicamente, esta bomba de combustible transfiere el combustible desde el tanque de combustible al carburador o al sistema de inyección de combustible. La bomba de combustible suele situarse debajo del asiento del conductor o envueltas directamente en el tanque de combustible.
Cuando un conductor presiona el acelerador, el pedal transfiere una señal eléctrica a la bomba de combustible. Esta señal hace que se active la bomba, iniciando la transferencia del combustible al motor para que este funcione. Las bombas de combustible modernas también se utilizan igualmente para controlar la cantidad de combustible que necesita el motor en función del régimen del mismo.
Existen varios tipos diferentes de bomba en el mercado, incluyendo bombas mecánicas, eléctricas y diésel. Las bombas de combustible eléctricas se activan a través de una señal eléctrica y son más compactas que las mecánicas. Estas bombas se encuentran muy comunmente en vehículos recientes, especialmente los dotados de inyección de combustible. También hay algunos vehículos que utilizan bombas mecánicas, que dependen de la presión generada por el motor para impulsar el combustible al motor.
La bomba de gasolina es una parte vital del vehículo y es responsable de suministrar combustible al motor. Está diseñada para aguantar muchos kilómetros y años de uso sin problemas, pero hay una serie de factores que pueden acortar su vida útil.
Suelo malo: El mal estado del suelo puede afectar la eficiencia de los cojinetes de la bomba de gasolina y aumentar los desgastes. Así que si hay zonas donde la carretera está en mal estado, es mejor evitar circular por ellas.
Uso fuerte del acelerador: El uso intenso del acelerador no solo tiene consecuencias sobre el desgaste del motor, sino también sobre la vida útil de otros aspectos del vehículo, como la bomba de gasolina. El uso excesivo del pedal del acelerador provoca un mayor desgaste de todos los componentes del sistema de inyección y la bomba de combustible no es una excepción.
Mala experiencia de recalentamiento: Si el vehículo se recalienta de forma excesiva, afectará también a la bomba de gasolina. Por lo tanto, sí se experimentan temperaturas muy elevadas, lo mejor es acudir a un centro de servicio mecánico lo antes posible.
La bomba degasolina es un elemento clave en el buen funcionamiento del vehículo. Si se detecta que está funcionando de forma poco correcta, como ruido extraño, fallos en el arranque del motor o incluso ruidos sospechosos en el interior del habitáculo, hay que acudir a un taller mecánico para realizar un diagnóstico y cualquier otra acción que se requiera para solucionar el problema.