La circulación de un vehículo se refiere al movimiento que se hace para permitir a los vehículos acceder a carreteras y calles. Esto incluye la conducción, la aceleración, la desaceleración, la dirección, el uso de los indicadores de giro, el ajuste de la velocidad y la maniobra de aparcamiento. También se incluyen los procesos de detención, apagado y reanudación del motor. La circulación en un vehículo es un derecho fundamental, sin embargo, también es responsabilidad del conductor cumplir con todas las normas y reglamentos para garantizar la seguridad y la protección de todos los usuarios de la carretera.
Circulación es el uso, movimiento establecido y/o controlado de vehículos en cualquier vía, se usa el término para referirse al cumplimiento de las reglas de la circulación de tráfico establecidas en el país.
De manera específica se entiende por circulación el movimiento que se da entre vehículos y usuarios de la vía. Para ello es necesario conocer y cumplir con las normas de tránsito, y respetar las señales y velocidades establecidas.
Es importante mantener la circulación óptima en el tráfico, para ello es necesario que los usuarios sean puntuales al momento de circular, para evitar posibles choques por descuido y accidentes. Todo conductor debe circular con la debida precaución para evitar sacrificios innecesarios de vidas.
La norma de tráfico, es un conjunto de normas y regulaciones redactadas por el Estado, en donde se establecen los límites de velocidad, así como los distintos usos y comportamientos que los conductores deben tener al sterio de la circulación, actuando de esta forma para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento de esta.
La legislación de tráfico española regula todo lo relacionado con la circulación y el uso de diferentes vehículos, así como el comportamiento en la vía pública. Esta legislación se encuentra recogida en el Código General de Conductores y demás normativas de aplicación.
Tal y como indica el Código de Tráfico, existen determinadas normas de comportamiento que el conductor debe cumplir en todo momento para asegurar la seguridad vial. Estas normas se dividen en aspectos legislativos, técnicos y físicos. Por ejemplo, la velocidad máxima a la que se puede circular en España es de 120km/h, mientras que en zonas urbanas se limita a 50 km/h. Asimismo, cada vehículo debe estar dotado con los elementos básicos de seguridad, como cantoneras, luces, retrovisores, etc.
Además, existen también leyes que regulan el uso de algunos dispositivos de seguridad (p. ej., dispositivos de tracción, arneses de seguridad, etc.). También se indica el uso obligatorio del cinturón de seguridad y las sanciones aplicables a aquellos que lo incumplan. La ley regula también temas relacionados con la responsabilidad civil, el seguro de responsabilidad civil obligatorio, la tarjeta de inspección técnica, la tarjeta de circulación, la documentación de vehículo y el almacenamiento de esta.
Las infracciones leves se sancionan con multas u otras medidas sin necesidad de ir a juicio, mientras que los hechos más graves suponen la creación de un expediente como antecedente para futuras sanciones. Por ello, es importante un respeto de la normativa de tráfico en todo momento para evitar pérdidas de tiempo y posibles costes monetarios.