Los límites de velocidad para vehículos son un conjunto de normativas en materia de seguridad vial. Estas normativas establecen la velocidad máxima permitida o recomendada en cada momento, según la vía o el lugar. Su cumplimiento es de obligado cumplimiento tanto para peatones como para los conductores. Estos últimos deben respetar los límites de velocidad y mantener su velocidad baja para evitar accidentes.
Los límites de velocidad son regulaciones gubernamentales establecidas por la ley para controlar la velocidad máxima a la que un conductor puede viajar en una ruta específica. Estas regulaciones están diseñadas para mantener a los conductores a salvo de ellos mismos, así como a otras personas, propiedades y animales, protegiéndolos de las lesiones graves causadas por los choques en la carretera. Varias cosas pueden afectar el límite de velocidad, como la condición de la carretera, la visibilidad, el tráfico o el tiempo en general.
Los límites de velocidad también se pueden modificar en áreas particulares, a menudo para reducir la cantidad de choques a grandes velocidades y/o mejorar el flujo de tráfico. Los conductores deben chequear la señalización de una carretera para conocer los límites locales de velocidad vigentes.
Algunos estados y países también tienen un límite mínimo de velocidad a menos que esté permitido conducir lentamente abandonando el tramo de carretera. Este tipo de límite mínimo es generalmente el resultado de una reforma de las regulaciones para asegurarse de que los conductores no se estacionan o retrasan el tráfico en los largos trancones.
Es importante que los conductores sean conscientes de los límites de velocidad establecidos por el gobierno para su seguridad y la de todos los demás en la carretera. Al mantenerse dentro de los límites de velocidad establecidos, todos pueden disfrutar un viaje más seguro.
Es indispensable para el tránsito legal saber qué limitaciones debemos cumplir en función del tipo de vía por la que circulamos. Algunos límites de velocidad a tener en cuenta son:
Vías Interurbanas: En las vías interurbanas (carriles compartidos separados de los arcenes o servidumbres) los conductores deben respetar una velocidad máxima de 120 km/h.
Vías convencionales: En vías convencionales y en el interior de áreas urbanas, se debe respetar una velocidad máxima de 90 km/h.
Carriles exclusivos para autobuses: Existe la posibilidad de llegar al límite permitido establecido de 110 km/h si se circula por carriles exclusivos para autobuses.
Autopistas: Algunas autopistas tienen el límite de velocidad de 120 km/h, pero en algunas otras se puede alcanzar una velocidad de hasta 130 km/h en principales y solventes autopistas.
También suelen establecerse límites en función de la meteorología, y se aconseja realizar viajes a velocidades más bajas en caso de haber lluvia o posible presencia de niebla. Es recomendable seguir los límites establecidos por la autoridad competente, que se hayan publicado para seguridad de los usuarios del tránsito.