Un damper o antivibrador es un sistema de control de vibración montado en vehículos. Está diseñado para minimizar el ruido y las vibraciones del vehículo, mejorando así la comodidad de los pasajeros y los resultados de la suspensión. Estos antivibradores también mejoran la seguridad, aislando al usuario de cualquier vibración que puede afectar al sistema de control.
Un dámper o antivibrador es un dispositivo desarrollado para reducir las vibraciones o ruidos no deseados dentro de una cabina de conduccióin. Estos dispositivos se encuentran comúnmente en camiones, camionetas, autobuses, automóviles, aviones, trenes o barcos para proporcionar mayor comodidad y seguridad a los pasajeros. Existen diferentes tipos de estos dispositivos, cada uno con una función diferente.
Los dámper pueden ser mecánicos, que consisten en un sistema de muelles y amortiguadores sujetos a la carrocería y perlas que reaccionan a vibraciones mecánicas. Los antivibradores también pueden ser acústicos, que actúan absorviendo vibraciones acústicas. Estos dispositivos tienen un caucho especial que se coloca debajo del asiento para maximizar la absorción de ruido y minimizar el ruido dentro del habitáculo. Otra clase de antivibradores son los antivibradores sónico, que se utilizan para reducir los ruidos de fuentes externas, como los soplanteras o los ruidos producidos por la carretera. Estos dispositivos contienen un material especial que puede absorbir porciones del ruido.
Los dámper y antivibradores son clave para proporcionar una experiencia de conducción cómoda y segura. Estos dispositivos también aumentan la seguridad, al reducir los ruidos y vibraciones peligrosas que pueden interferir con la operación de un vehículo de motor. Los dámper y antivibradores son muy útiles para prevenir las lesiones o enfermedades resultantes del ruido o vibración excesiva.
Un dámper o antivibrador, se usa en los vehículos para contrarrestar las fuerzas y los movimientos laterales y verticales generados por los avatares del terreno. Estos se conectan a los puntos de suspensión de la carrocería del vehículo para controlar las vibraciones y brindar estabilidad al vehículo. El dámper ayuda a reducir los movimientos indeseados e incómodos para los pasajeros.
Normalmente, los dámper cuentan con un resorte helicoidal, una varilla de acero con una superficie exterior helicoidal para soportar la presión, y un amortiguador compuesto principalmente de aceite y aire, el cual se encarga de absorber los choques. La presión de los amortiguadores va cambiando con la circulación del aire en su interior.
En la práctica, los dámper funcionan como un amortiguador mecánico que evita la sacudida para los pasajeros cuando el vehículo viaja por un trayecto con baches o caminos de tierra. Los dámper ayudan a reducir las vibraciones desagradables y los movimientos laterales producto de la conducción sobre superficies irregulares. A su vez permiten una conducción segura, manteniendo siempre el control del conductor y los pasajeros.
En definitiva, el uso de dámper une fuerza y estabilidad para los vehículos al momento de conducir en cualquier terreno y/o clima. Facilitando así una experiencia de viaje más placentera y segura.
Un antivibrador defectuoso es uno de los problemas más comunes que se pueden encontrar en un vehículo. Si uno de estos elementos no funciona correctamente, se pueden ver afectadas de forma significativa varias áreas del funcionamiento del vehículo, poniendo en peligro el confort, seguridad y rendimiento.
Uno de los problemas principales causados por el mal funcionamiento del antivibrador es la vibración. Esta se produce principalmente cuando se acelera y, de no solucionarse, puede dañar el motor y la transmisión. Otra consecuencia de un antivibrador defectuoso es la reducción del rendimiento del vehículo. Esto puede provocar pérdidas de potencia así como un menor control en curvas y momentos de frenada.
Además, el mal funcionamiento del antivibrador también puede provocar un aumento del consumo de combustible y una mayor emisión de gases. Esto implicaría un desgaste prematuro del motor y los neumáticos, lo que haría que tu vehículo sea menos eficiente. Por lo tanto, se recomienda una revisión del antivibrador cada 18 meses para detectar cualquier problema y así evitar daños y un mayor gasto de combustible.