El embrague electromagnético en un vehículo es un dispositivo de transmisión de potencia eléctrica que conecta y desconecta dos sistemas de potencia de forma rápida, suave y sin deslizamiento. Está compuesto principalmente por un rotor que usa poleas magnéticas, imanes, y bobinas que están al alcance de la potencia eléctrica. Cuando el vehículo acelera, el rotor comprime la goma entre el volante y el eje de salida, conectando los dos sistemas para transmitir la potencia de uno a otro. El embrague electromagnético evita el desgaste de la goma, reduce la emisión de ruido y aumenta la economía de combustible.
El embrague electromagnético es un mecanismo de bloqueo utilizado en vehículos para transmitir la potencia del motor al eje de transmisión. Se trata de un dispositivo compuesto por un rotor y una estatorte, donde el rotor se conecta a un disco de acople. La estator se compone de una armadura con bobinas en forma de U que pueden formar un campo electromagnético. Cuando el controlador electrónico alimenta con corriente los devanados, el campo electromagnético generado atraerá al rotor, produciendo así la conexión entre los discos.
En la mayoría de los casos, el embrague electromagnético es utilizado en vehículos con transmisión automática para permitir a los conductores cambiar de marchas sin tener que operar un sistema manual de embrague. Esto facilita la conducción del vehículo y ofrece una mayor seguridad, tanto para el conductor como para el resto de usuarios de la vía.
Un embrague electromagnético es un componente importante para el buen funcionamiento de la transmisión, ya que permite que el vehículo acelere y desacelere de forma adecuada: el embrague se desconecta y conecta según sea necesario para mantener el motor dentro de su régimen de giro óptimo. En caso contrario, los componentes mecánicos del vehículo sufrirían un desgaste prematuro.
Un embrague electromagnético está compuesto por dos elementos principales: un rotor del embrague con una bobina de armadura que contiene un imán permanente; y un estator, que es una placa o motor conectado al bloque de motor del vehículo. Estos elementos trabajan juntos para suministrar la fuerza de acción necesaria, para operar el embrague. Cuando el empuje del motor alcanza un nivel predeterminado, la bobina del estator envía una corriente eléctrica al rotor para activarlo, conectando la placa de liberación del embrague con la del embrague. Esto proporciona la acción de acoplamiento requerida para unirlo al volante del vehículo, permitiendo así que el vehículo avance.
El embrague electromagnético tiene algunas ventajas sobre otros tipos de controles de embrague. Dado que el embrague es controlado electrónicamente, los ajustes de funcionamiento pueden ser realizados fácilmente sin la necesidad de componentes mecánicos. Esto hace que sea un sistema de embrague fácil de manejar, con un rendimiento y una suavidad adecuados. Además, los embragues electromagnéticos a menudo requieren menos mantenimiento en comparación con los controles de embrague mecánicos
Al igual que los controles de embrague mecánicos, los controles de embrague electromagnéticos normalmente incluyen una placa de liberación, una bobina, un resorte de liberación, una placa de acoplamiento, una tapa de embrague, una arandela y un soporte de resorte. Estos componentes trabajan juntos para proporcionar el acoplamiento entre el motor y el volante del vehículo. Cuando el motor se enciende, el resorte de liberación mantiene la placa de liberación en la posición desconeectada del embrague. La bobina se activa y acopla la placa de liberación con la placa de acoplamiento, acoplando el motor con el volante del vehículo.