Fading es un fenómeno típico de vehículos a combustión en los que su puesta a punto mal hecha (puesta a punto fina) genera una pérdida de potencia conforme va aumentando la temperatura del motor. El fading se caracteriza por una repentina pérdida de potencia por el tiempo de aceleración, sobre todo al pasar de una marcha a otra velozmente. Esto se debe a una alteración de la cantidad de oxígeno a las cámaras de combustión por parte del sistema de alimentación.
Fading, también conocido como desvanecimiento, es un proceso comúnmente encontrado en los vehículos en el que la fuerza motora disminuye únicamente bajo ciertas condiciones en particular. Esto se debe al hecho de que ya no hay suficiente energía para un desempeño adecuado de los sistemas de control de la motricidad del vehículo. En lugar de tener un rendimiento estable, la energía que pueden producir los motores del vehículo disminuye hasta alcanzar un nivel mínimo.
Ocurre mucho más a menudo debido a la vibración excesiva y a los daños en el motor. Esto sucede generalmente cuando el vehículo se somete a condiciones más extremas que el diseño del motor pueda soportar, para el que no está hecho para trabajar a niveles tan altos. Esto reduce drásticamente la velocidad y la potencia del vehículo, provocando el desvanecimiento del motor.
Un problema con el fading es que puede ser difícil de detectar. El control del vehículo dorsal puede ser difícil de determinar ya que los síntomas por lo general son similares a otros problemas mecánicos, como la vibración o el balanceo de los motores. Es por eso que recomendamos hacer un diagnóstico correcto tanto antes como después de sufrir una situación de fading para verificar que el problema se ha solucionado.
El fading en vehículos puede tener una variedad de causas. Entre ellas, los materiales de la pintura y su calidad son una de las principales. Los materiales de bajo coste y con mal grado de pintura, pueden llevar a que la calidad de la pintura se deteriore fácilmente con el paso del tiempo.
Otras causas del fading pueden ser una exposición prolongada al ambiente exterior. Los rayos ultravioleta de la luz solar pueden llegar a debilitar el material de la pintura. Los cambios repentinos en la temperatura también pueden llevar al desgaste de la pintura, un fenómeno conocido como “matanza por calor”.
Los lavados inadecuados también pueden contribuir al fading de la pintura del vehículo. Las lavadoras de autos con alta presión pueden llevar a que la pintura se desgaste y se deteriore con el tiempo. Por esta razón, es importante para el usuario tener cuidado con el tipo de lavado que se le da al vehículo, y evitar el uso excesivo de estas lavadoras.
Los daños causados por los insecticidas también pueden contribuir al fading de la pintura. Los insecticidas como el DDT, pueden llevar a la descomposición de los materiales de la pintura y llevar con el tiempo a una debilitación gradual del color original. La polución atmosférica también puede contribuir al desgaste de la pintura del vehículo.
La prevención es el mejor tratamiento para evitar cualquier problema relacionado con el fading. Asegurarse de que los neumáticos se reemplazan cuando todavía presentan ligeros signos de desgaste, realizar servicios regulares de mantenimiento como inspectar los frenos, hacer rotación de las ruedas cada 6.000 a 8.000 kilómetros, y tener en cuenta el mayor peso para evaluar la presión de los neumáticos y el equilibrio general de la suspensión es esencial para prevenir el fading.
Es importante señalar que el fading puede desencadenarse si la presión de los neumáticos no se mantiene correctamente. El vehículo debe siempre mantener presiones que se ajusten a lo descrito en las guías de fabricante. Las presiones demasiado altas o demasiado bajas pueden empeorar los problemas existentes con el fading.
Continuamente vigilar el estado de los neumáticos es una buena medida para mantener la seguridad en carretera, además de mantener la presión de los neumáticos lo más cerca posible del valor recomendado del fabricante. Es recomendable llevar instalado un medidor de presión de los neumáticos, para que se puedan controlar los cambios en la presión sin necesidad de recurrir a los talleres y asegurar que los neumáticos permanecen en óptimas condiciones.