La recuperación de energía en frenada es una función del vehículo que nos ayuda a obtener un ahorro en el consumo de combustible. Cuando el vehículo frena, los generadores recuperan la energía cinética liberada en forma de energía eléctrica. Esta energía es almacenada en una batería y se utiliza para reducir el consumo de combustible. Además de ahorrar energía y combustible, la recuperación de energía en frenada también ayuda a prolongar la vida útil de los frenos.
La recuperación de energía en la frenada es el proceso mediante el cual se convierte la energía cinética en electricidad mientras se está frenando, con la cual se recarga la batería del vehículo. Esta recuperación de energía es posible gracias a la generación de electricidad a partir del movimiento rotativo del motor. Cuando se está frenando, el motor gira y genera electricidad. Esta energía generada puede almacenarse en la batería y, por lo tanto, recargarla. Esta recuperación de energía resulta muy útil para los vehículos eléctricos, ya que se incrementa su autonomía gracias a la recarga de la batería.
Por otra parte, también se puede aprovechar esta recuperación de energía para realizar el control de tracción de los vehículos. Esto significa que cuando se acelera, se retrasa o se frena, el control de tracción ajusta la presión de los frenos para mantener la estabilidad del coche. Al mismo tiempo, aprovecha la energía generada para recargar la batería y así se aprovecha al máximo todo el potencial de recuperación de energía.
La recuperación de energía en la frenada es una tecnología importante para los vehículos eléctricos, ya que proporciona una forma eficaz de extender la autonomía, lo que significa mayor comodidad de conducción. Esta tecnología también reduce la erosión de los frenos, ya que los frenos frenan menos cuando hay una recuperación de energía eficaz. Esto también ayuda a mejorar los resultados de las pruebas de emisiones, ya que el motor consume menos energía para las mismas acciones.
Uno de los principales inconvenientes del freno regenerativo es que no puede reemplazar por completo el uso del freno mecánico. Como el freno regenerativo sólo recupera la energía cinética de la velocidad y del movimiento de los vehículos, la energía restante generada durante los frenados de emergencia debe ser absorbida por los frenos mecánicos. Si no hay suficiente energía recuperada, el vehículo puede experimentar una desaceleración o ralentización insuficiente.
Además, la energía recuperada a través de un sistema de freno regenerativo sólo puede almacenarse en determinados tipos de sistemas de almacenamiento de energía, como baterías de iones de litio. Esto significa que, para poder recuperar la energía a través del freno regenerativo, un vehículo tendría que ser equipado con una batería montada.
Otro inconveniente es que los sistemas de freno regenerativo requieren un mantenimiento regular. Los motores eléctricos utilizados en los sistemas necesitan un mantenimiento relativamente avanzado para asegurar el correcto funcionamiento, la mayor parte del tiempo, esto significa que los usuarios tendrían que acudir al taller para una verificación periódica.
Por último, se ha encontrado que los sistemas de freno regenerativo también pueden conducir a una desesperación en los usuarios, especialmente en los usuarios que no están acostumbrados al nuevo sistema. Esto se debe a que el sistema de freno regenerativo puede tener un comportamiento ligeramente diferente al de los frenos mecánicos a los que los usuarios están acostumbrados.