La válvula de admisión y escape es uno de los principales componentes del motor de un vehículo. Esta válvula permite el paso de aire a los cilindros del motor, lo que a su vez afecta el rendimiento, el ahorro de combustible y la reducción de emisiones. Esta configuración se puede ajustar según las condiciones de la carretera y la configuración del motor para lograr los mejores resultados de funcionamiento.
Una válvula admisión escape, comúnmente conocida como válvula de recirculación de gases, es un dispositivo mecánico utilizado para el control del volumen de flujo de gases. Estas válvulas controlan el escape del aire abiéndose cuando el fluido a presión diferencial es mayor que la presión interna. Esto permite que el gas escapen del tanque, lo que reduce la presión interna y evita que el tanque estalle. Esta válvula está diseñada para funcionar a temperaturas altas y presiones extremadamente bajas.
El diseño de una válvula admisión escape es un proceso complicado que depende de factores como el tamaño, la temperatura, el tipo de fluído, la presión, la resistencia al vacío, la elasticidad, el calor tolerable, etc. La válvula debe diseñarse de acuerdo con estas características para asegurar que todos los fluidos fluyan sin problemas y tenga una vida útil duradera. Además, la válvula debe diseñarse de manera que no se dañe durante el proceso de compresión o emisión de gases. Esto garantizará que el flujo de gase siga track de la forma más eficiente y la vida útil de la válvula no se vea comprometida.
En resumen, la válvula admisión escape es un dispositivo importante en el sistema de fluído y escape usado para el control del volumen de fluído. Esta válvula debe diseñarse de acuerdo a factores como su tamaño, temperatura, materiales de construcción, resistencia al vacío, elasticidad, calor tolerable, etc. para asegurar que el volumen de fluído no se vea comprometido. De esta forma, la válvula puede operar correctamente y con seguridad sin causar un daño irreparable al sistema.
Una válvula de admisión y escape es un componente crucial en motores de combustión interna. Está diseñada para permitir al motor controlar la cantidad de aire que entra y sale de los cilindros. La válvula de admisión/escape está diseñada para abrir y cerrarse de manera segura para que el motor funcione de una manera óptima.
Las partes principales de una válvula de admisión y escape están compuestas por una tuerca de ajuste, un resorte, una cabeza, un asiento, una guía y una pestaña. La tuerca de ajuste se utiliza para regular la cantidad de espacio entre los asientos y la cabeza de la válvula. El resorte mantiene la cabeza de la válvula en su lugar en contra de la acción del asiento. La cabeza está fabricada con un material resistente al desgaste como el acero para soportar las altas temperaturas generadas durante el funcionamiento del motor. El asiento es el punto en el que la válvula reposa cuando el motor está apagado.
La guía es una pieza cilíndrica que une el cuerpo de la válvula con el asiento. Las guías proporcionan una unión óptima entre el cuerpo de la válvula y el asiento para minimizar la fricción. Por último, la pestaña es una parte de metal que se monta en la parte inferior de la válvula para que el resorte la sostenga en su lugar.
Las válvulas de admisión y escape son dos de los componentes principales del sistema de combustión de un vehículo. Se encargan de controlar la cantidad de aire y combustible entrante en el motor, así como la salida de los gases de escape. Sin ellos, el motor no tendría suficiente fuerza para mover el vehículo.
Aunque ambas válvulas comparten algunas similitudes, también hay ciertas diferencias. Las principales diferencias entre el válvula de admisión y escape son el tamaño del orificio, el sistema de activación o dispositivo de control y la ubicación. Los orificios en la válvula de admisión son más grandes, ya que su objetivo es asegurar un flujo de aire y combustible más alto. Por otro lado, el orificio de la válvula de escape es más pequeño y su principal función es controlar la cantidad de gases de escape que salen del motor.
Otra diferencia notoria entre estas válvulas es el sistema de activación o dispositivo de control. La válvula de admisión utiliza una válvula de control mecánica que abre y cierra el paso de aire y combustible a determinadas posiciones específicas. Por el contrario, la válvula de escape suele funcionar mediante un sistema de control electrónico, lo que significa que se puede controlar y regular la cantidad de gases de escape que salen del motor.
Finalmente, la ubicación de las válvulas también es muy diferente. La válvula de admisión se ubica en la parte superior del cilindro del motor y es responsable de la entrada de combustible y aire al motor. Por el contrario, la válvula de escape se sitúa en la parte inferior del cilindro y se encarga de liberar los gases de escape del motor.
Las válvulas de admisión y escape son dispositivos diseñados específicamente para controlar el flujo de aire y combustible dentro del motor. Existen varios tipos diferentes de válvulas, cada una con propósitos y funciones únicas. Estos tipos incluyen válvulas de admisión, válvulas de escape, válvulas de admisión/escapar, válvulas de retención de calor, válvulas de control de temperatura del aire, válvulas de control de vacío, válvulas de freno, válvulas solenoides, válvulas de purga, válvulas de enfriamiento del aire, válvulas de exceso de presión, válvulas de descarga y válvulas de refrigeración.
La válvula de admisión controla el flujo de aire dentro del cilindro de combustión, mientras que las válvulas de escape controlan el flujo de gases de escape del cilindro. La válvula de escape está diseñada para resistir los altos niveles de precalentamiento y presión que se producen durante el proceso de combustión. Las válvulas de admisión/escape combinan la función de una válvula de admisión y la de una de escape. Estas válvulas permiten una conexión directa entre el colector de admisión y el sistema de escape, permitiendo al motor "respirar" correctamente y maximizar el rendimiento.
Las válvulas de retención de calor mantienen un nivel constante de combustible/aire dentro del motor y ayudan a prevenir la condensación. Estas válvulas ayudan a mantener la temperatura del motor, ya que el calor generado por la combustión es retenido dentro de las cámaras de combustión. Las válvulas de control de temperatura del aire permiten a los motores operar con una mezcla óptima de aire/combustible, ajustando el rango de temperatura del flujo de aire a través del motor. Las válvulas solenoides ayudan a controlar la presión/cantidad del aire y del combustible que entra al motor. Estas válvulas están construidas con materiales durables para resistir altas temperaturas. Las válvulas de purga son válvulas especialmente diseñadas para controlar el flujo de los gases de combustión y mejorar la eficiencia del motor.
Las válvulas de enfriamiento del aire ayudan a controlar la temperatura del enfriamiento del motor mediante la comunicación entre el sistema de enfriamiento y el sistema del motor. Estas válvulas se abren cuando el líquido de enfriamiento alcanza una temperatura alta, permitiendo el paso de aire a través del sistema de enfriamiento. Las válvulas de exceso de presión ayudan a evitar daños al motor al abrirse cuando se alcanza una presión interna crítica. Estas válvulas se incorporan en muchos sistemas de combustible en los motores modernos. Las válvulas de descarga controlan la cantidad de combustible que se almacena en el tanque. Estas válvulas abren para permitir el flujo de combustible a la línea cuando la presión en el tanque aumenta. Finalmente, las válvulas de refrigeración controlan el flujo de líquido de enfriamiento para mantener la temperatura del motor dentro de los límites de aprobación.
Las válvulas de admisión y escape se fabrican con varios materiales para lograr el máximo rendimiento de los motores. Los materiales más utilizados en la fabricación de estas válvulas son acero al cromo-vanadio, acero inoxidable, titanio y níquel. El acero al cromo-vanadio es el material más comúnmente utilizado en la fabricación de válvulas. Es un acero de alta dureza y resistencia a la corrosión. Estas válvulas son duraderas y confiables, además poseen una excelente relación costo/rendimiento. El acero inoxidable es resistente a la corrosión, lo que lo hace ideal para los entornos húmedos. Además, la resistencia de los aceros inoxidables está por encima de los metales comunes. El titanio ofrece un alto grado de resistencia a la temperatura y a la corrosión. Estas válvulas también son extremadamente duraderas con buena resistencia a la oxidación. Las válvulas de níquel también tienen una resistencia superior a los materiales normales para la fabricación de válvulas. Muchas válvulas también se fabrican con una combinación de dos o más de los materiales mencionados anteriormente para aprovechar los beneficios de los diferentes materiales.