El volante en un vehículo es un dispositivo usado para controlar el direccionamiento, la rotación y el eje del vehículo. Utilizado en la mayoría de los vehículos terrestres, incluyendo automóviles, camiones, autobuses y camionetas, generalmente se sostiene con una sola mano u otras dos, aunque algunas camionetas como las camionetas recreativas pueden tener volantes de tres o cuatro ruedas. El volante puede tener combinaciones de manijas, asas de palanca, interruptores de radio, controles climáticos y controles adicionales, como controles de teléfono o crucero.
El volante se refiere al elemento de control de un vehículo, generalmente conocido como el controlador de dirección. Esta pieza de metal se asienta en el medio de la parte inferior del tablero y está conectada a los sistemas mecánicos o electrónicos del vehículo mediante un mecanismo conocido como dirección asistida. Este dispositivo permite al conductor controlar el vehículo al mover el volante. Esta referencia se remonta a principios del siglo diecinueve con los carruajes que usaban un rueda de palos conectada a la dirección mecánica para controlar los caballos. Este método de dirección permitió al principio a los conductores agarrar el volante para fijar la dirección de la carreta, y con el tiempo evolucionó para convertirse en el moderno volante.
Actualmente, la mayoría de los vehículos usan una tecnología electrónica o mecánica que se comunica con el volante para controlar la dirección del vehículo. Esta tecnología es conocida como asistencia de dirección y funciona mediante un mecanismo de dirección interno que controla el volante. Los vehículos modernos usan dirección asistida para permitir que los conductores controlen el vehículo aún cuando los neumáticos estén desgastados, la dirección se desalinee, o hay problemas en la parte mecánica. La asistencia de dirección se monitorea a menudo a través del uso de la tecnología avanzada, como el sistema de diagnóstico de vehículos. Esto ayuda al mecánico a continuar un seguimiento de la condición del vehículo.
Una vez que el conductor ha decidido la dirección que desea tomara para dirigir el vehículo, el volante recibe indicaciones del sistema de dirección y se comunica con la parte mecánica del vehículo para ajustar el vehículo en la dirección deseada. El volante actúa como la interfaz entre el conductor y el vehículo para controlar la dirección del vehículo. El volante puede ser modificado según la preferencia del conductor a través de la adición de equipos como la almohadilla del volante, la palanca para el control de la velocidad, o incluso el control del equipo de entretenimiento.
El volante es una parte integral del vehículo y se usa para controlar su dirección. Está conectado a un sistema de dirección asistida eléctrica o neumática, y se mueve para controlar dónde se dirige el coche. Una vez que se gira el volante, los neumáticos giran y el vehículo se mueve en la dirección deseada.
El volante se compone de una rueda equipada con una variedad de dispositivos. Estos incluyen: un conjunto de controles que se usan para controlar los servicios como la iluminación, los limpiaparabrisas, la radio y otros equipos opcionales del vehículo; un volante para accionar el sistema de dirección; y un conjunto de ruedas pequeñas para permitir al volante girar libremente. Los fabricantes de vehículos incorporan botones en el volante como una forma de controlar algunos de los equipos del vehículo sin tener que quitar las manos del mismo.
Cuando gira el volante, la oruga delantera (la que se conecta al eje del vehículo) también gira y se mueve en la dirección deseada. El motor del coche entonces se acelera o decelera de acuerdo a la dirección tomada por el volante, lo que permite al vehículo moverse con facilidad. El volante también se puede mover de lado a lado, en un movimiento conocido como 'pista'. Esto es útil si el vehículo se desvía de su línea de tráfico, y ayuda al conductor a mantener la dirección apropiada.
Si el volante está funcionando mal, el vehículo se moverá de forma muy diferente a la deseada. El vehículo puede responder con desfase a la dirección deseada y puede ser difícil de controlar. El volante también puede bloquearse o recalentarse al girar de forma continua o con rapidez excesiva. Si notas que tu volante se comporta de forma extraña, deberías ponerte en contacto con un taller mecánico para que puedan arreglarlo.
Los orígenes del volante en vehículos se remontan a la revolución industrial a mediados del Siglo XIX, cuando los automóviles se hicieron populares. Los primeros volantes eran unos largos y pesados palos de madera que se utilizaban para controlar los caballos, y se conectaban al chasis con varias correas. En el principio, el volante estaba ubicado del lado derecho, ya que el conductor iba sentado a la izquierda para tener una mejor visibilidad.
El primer volante de vehículo moderno fue desarrollado en 1894 por J.F.O Mueller. Estaba compuesto de una base metálica y un sistema de cableado para controlar el motor. Esta innovación ha evolucionado increíblemente hasta llegar a los volantes de actualidad, equipados con numerosas funciones y tecnologías avanzadas.
La invención del volante ha ayudado a mejorar las características de seguridad y confort de los vehículos. Por ejemplo, los airbags han sido una adición bienvenida a los vehículos, al igual que el control de tracción y el sistema de dirección. Estas tecnologías son todas accionadas por el comando del volante asegurando la seguridad de los pasajeros.
Un volante puede variar según el tipo de vehículo en el que esté instalado, ya sea un automóvil, una motocicleta, una camioneta, un autobús o cualquier otro. Los tipos más comunes de volantes incluyen el de 3 rayos, el de 2 rayos y el de 4 rayos. Además, hay algunos volantes deportivos y otros que están diseñados exclusivamente para uso recreativo.
El volante de 3 rayos es una especie de volante tradicionalmente utilizado en coches, camionetas y camiones pequeños. Está formado por tres rayos curvos. Esta construcción permite un accionamiento más eficiente y sensible de la dirección. Un volante de 3 rayos también ofrece mayor rigidez y resistencia que un volante de 2 rayos.
Los volantes de 2 rayos son un tipo de volante relativamente nuevo en la industria automotriz. Está diseñado con dos longitudes rectas paralelas superpuestas que facilitan su accionamiento. Estos tienen una mayor flexibilidad y suavidad de funcionamiento que los volantes de 3 rayos, pero proporcionan menos resistencia al empuje. Este tipo de volante se encuentra en el interior de vehículos más modernos, como uno de los más populares de los utilitarios.
El volante de 4 rayos, como su nombre indica, está formado por cuatro rayos en lugar de 3 o 2. Esto hace que el volante sea más resistente y más fácil de manejar. Esta configuración también es útil para transferir la fuerza de un vehículo a un eje de dirección de mayor diámetro. Estos volantes también se encuentran en vehículos todoterreno y camiones de gran tamaño.
Los volantes deportivos están diseñados para ofrecer una experiencia de conducción suave y emocionante. Están equipados con algunas funciones avanzadas, como doble rueda o forma multifuncional, y proporcionan mayor autonomía al conductor gracias a su excelente diseño ergonómico. Estos volantes tienen una excelente resistencia al desplazamiento, lo que significa que minimizan el efecto directo sobre la puerta cuando se está girando.
Los volantes recreativos están diseñados para proporcionar mayor conveniencia y comodidad a los usuarios, mientras que aumentan la seguridad del vehículo. Ofrecen un manejo intuitivo y seguro de la dirección del vehículo y cuentan con una construcción robusta y resistente que hace que su mantenimiento sea más fácil. Estos volantes están equipados con diversas funciones avanzadas como volantes con controles de audio y volantes con sistemas de navegación.