El centro de cabeceo en los vehículos es el centro de la carroceria, es decir, el punto que divide el vehículo simétricamente en dos mitades y a través del cual sus ejes se conectan con la suspensión. Está ubicado por delante del eje trasero. Esta parte es esencial para la estabilidad del vehículo, ya que controla la ingestión de las fuerzas de los ejes laterales sobre sus neumáticos y amortiguadores. Se asume que el centro de cabeceo se encuentra a la altura de la cintura del pasajero, pero a muchos constructores no les interesa, y debido a esto, resulta que el vehículo no es tan estable como se espera.
El cabeceo es un movimiento que llevan a cabo los vehículos con el fin de nivelar el peso. Esto se debe a que cuanto más ligero sea el vehículo, más fácilmente será capaz de deslizarse por la carretera. La diversidad de factores que influyen en el cabeceo de un vehículo puede incluir la geometría del chasis, la suspensión, el tamaño y el diseño del neumático, el espacio central, el tipo de combustible, la posición de sentado, el peso del vehículo, la distribución de la carga, los niveles de ruido, el diseño aerodinámico, y la longitud y la inclinación del brazo de dirección.
El peso y la posición de sentado son dos factores que desempeñan un papel importante en la cuestión del cabeceo. El aumento del peso del vehículo hace que el conductor tenga que esforzarse más para lograr el nivel de cabeceo, y una posición de sentado inadecuada influye en el nivel de estabilidad y agilidad del vehículo. La geometría del chasis, la distribución de la carga, los niveles de ruido, el diseño aerodinámico, y la longitud y la inclinación del brazo de dirección también influyen en el nivel de cabeceo del vehículo.
Además, el tipo de combustible empleado, el tamaño y el diseño del neumático, el espacio central, y la suspensión también tienen una influencia significativa en el nivel de cabeceo. Si los neumáticos son demasiado grandes para el vehículo, entonces éste no será capaz de reducir el nivel de cabeceo. El tipo de combustible también influye en el nivel de cabeceo; por ejemplo, el combustible diesel tendrá un efecto más pronunciado que la gasolina.
Por tanto, hay muchos factores que deben tenerse en cuenta a la hora de considerar el nivel de cabeceo de un vehículo. Es fundamental utilizar los componentes adecuados para el vehículo, y asegurarse de que todos ellos están perfectamente alineados con el fin de disminuir el nivel de cabeceo y lograr una circulación segura y cómoda.