Un coche eléctrico es un vehículo que se mueve sin combustible fósil, sino con electricidad almacenada en sus baterías. Esto significa que produce muy poca contaminación, y está diseñado para ser más eficiente en el uso de energía. Los coches eléctricos en general ofrecen muy buena economía de combustible, no requieren cambios de aceite, pero de todas formas necesitan mantenimiento. Los coches eléctricos son una excelente elección para muchas personas y su uso ayuda a nuestro medio ambiente.
Un coche eléctrico, también conocido como EV, es un vehículo de motor alimentado por baterías recargables. En lugar de combustibles de motor de gasolina, un EV utiliza un motor eléctrico para moverse. Por lo general se conecta a una corriente principal para cargar las baterías desde un enchufe eléctrico doméstico. Estas baterías se utilizan para alimentar el motor eléctrico. Estos tipos de vehículos se están volviendo cada vez más populares gracias a su fiabilidad y bajo consumo de energía. Además, no emiten gases de escape, contribuyendo a la conservación del medio ambiente.
Los coches eléctricos ofrecen una conducción única debido a su diseño: sustituyen los cambios manuales por una caja de transmisiones de solo velocidad, lo que hace una conducción mucho más relajada. También son más silenciosos que los vehículos de combustión interna, ya que el motor eléctrico es mucho más silencioso. Los fabricantes especifican que pueden obtener una autonomía de hasta 600 km para una sola carga.
Debido a su potente arranque, los coches eléctricos son perfectos para los conductores que disfrutan de entregar aceleraciones rápidas de salida. El énfasis que se ha puesto en la reducción de la resistencia aerodinámica significa que los automóviles eléctricos superan a los vehículos de combustión interna típicos en áreas como la eficiencia de carretera. El principal desafío de los EV sigue siendo el alcance, pero está mejorando a medida que los fabricantes añaden más capacidad a la batería.
El coche eléctrico es una nueva forma de ingeniería mecánica que ha surgido para Innovar el concepto de transporte personal. A diferencia de los vehículos tradicionales que utilizan combustibles fósiles para moverse, un coche eléctrico no genera dióxido de carbono sino que utiliza una fuente alternativa de energía como la electricidad. Los primeros prototipos de coches eléctricos datan del siglo XIX, diseñados inicialmente por inventores y científicos como Thomas Davenport o Robert Anderson.
En 1828, Robert Anderson, un inventor escocés, diseñó el primer coche eléctrico utilizando una batería recargable para proporcionar la energía necesaria para moverlo. El vehículo se componía de cuatro ruedas con una plataforma superior para el pasajero. La velocidad del vehículo era relativamente lenta, pero era práctica para cubrir cortas distancias. Desde entonces, el diseño y la tecnología del coche eléctrico se han desarrollado constantemente hasta convertirse en la alternativa moderna a los vehículos de motor de gasolina.
En 1834, Thomas Davenport, un ingeniero y fabricante de Vermont, construyó un coche de origen eléctrico, que fue el primer motor eléctrico del mundo en uso común. El vehículo se movía por una cuerda enrollada electricamente alrededor de un par de ruedas laterales. Desde entonces, el concepto de vehículo eléctrico de un solo pasajero se ha mejorado enormemente, con un alcance cada vez mayor.
A mediados del siglo XX, los vehículos eléctricos volvieron a ponerse de moda con el desarrollo de la tecnología de las baterías recargables. Las baterías modernas permiten que los vehículos eléctricos alcancen velocidades mucho más altas que los antiguos vehículos eléctricos, así como rango y fiabilidad comparables a los modelos de motor de gasolina. Dado el aumento de la preocupación por el impacto medioambiental de los combustibles fósiles, los coches eléctricos están teniendo una gran popularidad como una alternativa más sostenible.
Un coche eléctrico está compuesto generalmente por una combinación de algunas partes principales: un motor eléctrico, un líder de batería, una caja de engranajes, un sistema de control electrónico, una transmisión, una batería, un generador eléctrico y un sistema de transmisión eléctrica.
El motor eléctrico proporciona la energía necesaria para alimentar el vehículo. También hay un sistema de control electrónico (ECU) que regula la potencia y el rendimiento del vehículo. La batería almacena la energía eléctrica que se usa para alimentar el motor eléctrico y el ECU. El generador eléctrico convierte la energía de combustible en electricidad para cargar la batería. Es responsable de la reutilización de la energía para cargar la batería. La transmisión, el líder de batería y la caja de engranajes proporcionan energía al motor eléctrico para controlar el movimiento del vehículo.
Además, el coche eléctrico también necesita de otros equipos como frenos, llantas, rines, neumáticos, radiador, sistema de arranque y sistema de suspensión para poder funcionar.
Los coches eléctricos presentan numerosas ventajas frente a los coches de combustión. Estas se encuentran tanto en aspectos técnicos como en los económicos. Los beneficios más importantes, entre los técnicos, serían la reducción de los costes en el mantenimiento del vehículo, ya que suelen ser más sencillos para reparar y requieren menos revisiones periódicas. También ofrecen un mejor aprovechamiento de la energía, alcanzando un conjunto de excelente rendimiento energético.
Por el lado económico, el principal beneficio radica en el ahorro del coste del combustible, ya que no se necesita para su funcionamiento. También suelen tener financiaciones más favorables y subvenciones, especialmente para vehículos de empresas. Por otro lado, las emisiones de gases contaminantes son mucho menores que en el caso de los vehículos a gasolina o gasóleo.
Aunque los coches eléctricos ofrecen muchas ventajas, también conllevan sus inconvenientes. Estos son principalmente, la menor autonomía, la falta de infraestructuras para su recarga y el coste de la batería, cuyo precio puede ser elevado. Por todos estos motivos, el uso de los coches eléctricos es más recomendable para desplazamientos a corto recorrido, ya que en este caso el ahorro de costes y de la economía de combustible, compensa la inversión inicial del vehículo.