La distribución en un vehículo es el punto de unión entre el motor y el sistema de transmisión. Esto significa que regula la cantidad de aire que ingresa al motor para mejorar la aceleración y el control de velocidad. Otra función de la distribución es enviar energía desde el sistema de combustible al motor para su encendido. Esta energía se crea a través del sistema de bujías, lo que causa la combustión necesaria para el funcionamiento adecuado del motor.
La distribución hace referencia al proceso por el que un motor se alimenta de una mezcla de combustible y aire para producir una combustión eficiente. Esta mezcla es enviada al cilindro donde, al comprimirse, origina un aumento de temperatura suficiente para iniciar la combustión. La distribución está directamente relacionada con la potencia del motor y con el consumo. La cantidad y calidad de la mezcla se controla y ajusta gracias al encendido, al aire y al carburante, cuyo mecanismo componen el sistema de distribución.
La distribución también es un sistema de adaptación de los automotores a las condiciones climáticas y al uso al que está sometido el vehículo. Esto se consigue cambiando la fecha de encendido del ciclo de combustión para regular el potencial de la mezcla aire-combustible.
Hay distintos tipos de distribución, según el velocímetro y tipo del motor. La distribución tradicional es operada por un cigüeñal y un motor de arranque con varillas para abrir el pulmón en los casos donde un operador lesiona la salida del aire. La otra opción se basa en un mecanismo de válvulas controlados por lubricantes y un circuito hidráulico para regular la cantidad de válvulas que se abren.
La distribución de un vehículo está formada por múltiples componentes, y cada uno es responsable de su propia función. Estos componentes incluyen el cigüeñal, la biela, el émbolo y la culata, entre otros. El cigüeñal se conecta directamente al motor del vehículo, proporcionando energía al resto de los componentes. La biela se conecta al cigüeñal, y sus extremos se conectan al émbolo, permitiendo que éste se mueva dentro de la culata, produciendo el movimiento que necesita el motor.
Otros componentes importantes en el sistema de distribución son los árboles de levas, que controlan el tiempo de la explosión del combustible dentro de la cámara de combustión. La correa de distribución, con unas específicas marcas de enganche, se conecta al cigüeñal. Esta correa sirve para mover el árbol de levas en el tiempo correcto, alterando así el tiempo de flexión de los válvulas y logrando que el combustible y el aire sean mezclados adecuadamente en la cámara de combustión.
La tapa del distribuidor se encuentra conectada al bloque del motor a través de soportes y barras metálicas, y se utiliza para contener los componentes del sistema de encendido. Esta tapa contiene un mecanismo de grafito, que es responsable de transferir electricidad al contacto del distribuidor. Esta electricidad es la encargada de provocar la explosión en el momento adecuado.
Una cadena o correa de distribución es una pieza fabricada con metal que se utiliza para conectar la parte superior del motor a las bielas, transferir el movimiento desde los engranajes de cigüeñal a los de árbol de levas y sincronizar los movimientos de los árboles de levas y de los pistones. Esta pieza es una parte especialmente importante de los motores modernos y es necesario cambiarla cada cierto tiempo, ya sea por desgaste natural o porque se ha roto. Para evitar un desgaste excesivo y el desgaste prematuro, los fabricantes recomiendan una revisión regular de la cadena o correa de distribución.
La cadena de distribución está hecha de acero endurecido y se compone de una serie de anillos de eslabones articulados entrelazadas que están hechas para ofrecer un amplio rango de movimiento. Vienen en dos tipos principales: en cadena y en banda. Las cadenas tienen la ventaja de ser más duraderas, mientras que las correas son más silenciosas. Dependiendo del tipo de motor y el fabricante, uno u otro tipo puede ser más adecuado para un vehículo.
Las cadenas o correas de distribución tienen que ser de alta calidad para garantizar que funcionen correctamente. El reemplazo de una cadena o correa de distribución de mala calidad puede causar daños graves al motor, por lo que es importante que siempre sean instaladas piezas certificadas del fabricante original. También es recomendable consultar el manual del propietario para comprobar la vida útil y los intervalos de cambio recomendados por el fabricante.