KERS freno regenerativo es una tecnología de recuperación de energía en los automóviles que utiliza la energía de frenado para recargar la batería del vehículo. Esta tecnología toma la energía cinética del vehículo y la almacena en una batería durante el frenado. Posteriormente, esta energía puede ser utilizada para impulsar el vehículo. Esta tecnología permite al vehículo ahorrar combustible y reducir las emisiones de carbono.
El término KERS (Kinetic Energy Recovery System), en traducción, sistema de recuperación de energía cinética, se refiere a un sistema que se usa en los automóviles para generar ni energía eléctrica a partir de la energía cinética del movimiento de los rodados. Esta energía es almacenada para una posterior devolución para impulsar el vehículo y ahorrar combustible.
El freno regenerativo, también conocido como freno regenerador, es un dispositivo diseñado para convertir la energía cinética en energía eléctrica. Esto se logra mediante un sistema que funciona al revés de un motor eléctrico, sacando energía cinética en lugar de generarla. El sistema de frenado regenerativo permite que el automóvil recupere parte de la energía cinética anteriormente destinada a calentar los frenos durante la frenada.
El funcionamiento de un sistema KERS o freno regenerativo se basa en un sistema mecánico combinado con eléctrico el cual consiste en un motor eléctrico asistido por un acumulador de energía, habitualmente una batería, para almacenar energía eléctrica para futura recuperación. Cuando el conductor actúa sobre los frenos, funciona el motor eléctrico y comienza la regeneración de energía cinética mediante el acumulador de energía.
KERS o el freno regenerativo constituyen una gran oportunidad para mejorar la eficiencia energética de los automóviles, teniendo un impacto muy positivo en la ecología asociada a los automóviles.
El uso del Kers o freno regenerativo mejora significativamente las prestaciones de vehículos de motor. Esto se debe a que el freno regenerativo recupera la energía cinética del vehículo cuando se desacelera para almacenarla como energía eléctrica, lo que puede ahorrar energía y tiempo al volver a acelerar el vehículo. El uso del freno regenerativo también tiene un impacto significativo en los consumos y las emisiones del vehículo, ya que los vehículos con un sistema de freno regenerativo ahorran combustible y producen menos emisiones.
A diferencia del sistema de freno convencional, el sistema de freno regenerativo no produce ninguna energía como resultado de la fricción entre los neumáticos y el pavimento. Esto significa que el sistema no requiere cambios en los constructores de vehículos, ya que el sistema se implementa como un sistema de recuperación de energía en lugar de un sistema de frenado por fricción.
Los sistemas de freno regenerativo también son más eficientes desde un punto de vista energético. Los vehículos equipados con este tipo de sistema de frenado ahorran hasta un 25% de combustible y generan una reducción de emisiones de hasta un 20%. Esto permite que los vehículos sean más respetuosos con el medio ambiente que los vehículos equipados con frenos convencionales.
Uno de los principales beneficios del uso del sistema de freno regenerativo es que reduce los costos de mantenimiento de los vehículos. Esto se debe a que el freno regenerativo no requiere retención, lo que significa que no es necesario reemplazar las pastillas de freno de forma regular como se haría con un sistema de freno convencional.
KERS o el freno regenerativo es un sistema de recuperación de energía cinética creado para los vehículos que buscan eficiencia de combustible. Esta energía, que normalmente se desperdicia durante el frenado, se almacena en un sistema de baterías y luego se utiliza como potencia adicional durante la aceleración. Esto permite un ahorro en el consumo de combustible y una mejora en los tiempos de aceleración.
Para entender el funcionamiento del KERS, debemos primero entender cómo funciona la recuperación de energía cinética. Durante el frenado tradicional, la energía de frenado se disipa en forma de calor y ruido. El concepto principal detrás del KERS es recuperar esta energía cinética durante el frenado y almacenarla para su uso posterior. Esto no sólo ahorra combustible, sino que también puede mejorar el desempeño de los vehículos.
Las baterías se cargan al recuperar la energía cinética durante el frenado. Una vez almacenada, esta energía se puede luego descargar para proporcionar un impulso extra durante la aceleración. Esto permite que los vehículos logren mayor rapidez sin aumentar el consumo de combustible. Esta energía también puede ser utilizada para ayudar con detalles como la dirección asistida o el encendido/apagado del motor.
El KERS también puede ayudar a mejorar la conducción en curvas cerradas, ya que el motor puede recibir un impulso adicional para prevenir que se pierda la tracción en la curva. Esto ayuda a los automovilistas a sentirse más seguros al conducir en carreteras más estrechas, permitiendo a los vehículos alcanzar velocidades más altas con mayor seguridad.