Otto es el sistema de motor de combustión interna (ICE) más común para los vehículos modernos. El motor de Otto funciona por el principio de teatro o explusión, en el cual los pistones entrando y saliendo de los cilindros producen movimiento para hacer funcionar el vehículo. En un motor Otto, el aire se aspira dentro de los cilindros, se mezcla con combustible y se comprimida antes de ser prendida por la chispa de encendido. La combustión del aire/combustible produce fuerzas de explusión que mueven los pistones y hacen girar el cigueñal que a su vez hace mover el vehículo.
Otto es el nombre atribuido al motor de combustión interna, también conocido como el motor de combustible. Se desarrolló por primera vez por un ingeniero alemán, Nikolaus August Ott, en 1876. El motor, también llamado ciclo de Otto o ciclo de combustión interna, trabaja con una mezcla de aire y combustible que se encenderá de forma espontánea mediante la volatilidad. Durante la combustión, se desprende una presión que expande el aire, haciendo que los pistones se desplacen, lo que generará energía mecánica.
El motor Otto se ha convertido en el sistema de motor utilizado más comúnmente para una variedad de aplicaciones en el motor de combustión interna de vehículos. La tecnología se ha perfeccionado mucho desde el siglo XIX, y se han desarrollado mejores formas de combustible y tecnologías de inyección para conseguir la mejor eficiencia y comodidad.
El motor Otto se encuentra en motores de gasolina, diesel, gas GLP, etanol y otros. El desarrollo de combustibles sintéticos, como el biodiesel, ha resultado en la necesidad de nuevas tecnologías para regular las emisiones y mejorar la eficiencia energética de los componentes.
Los motores de ciclo Otto son motores internos de combustión con un ciclo de trabajo que recuerda al ciclo ideal descrito por Nicolas Léonard Sadi Carnot en el año 1824. Sin embargo, el ciclo real es muy distinto debido a sus correcciones y enmendaciones. Siendo uno de los ciclos de trabajo más comunes en la industria contemporánea, el ciclo Otto ha evolucionado a través de varias iteraciones diferentes.
Los tipos principales de motores basados en el ciclo Otto son el motor divide cilindro (también conocido como un motor de ciclo interior), el motor multipunto de inyección de combustible, el motor de inyección directa de combustible y el motor a inyección central. El motor de cilindro dividido se utiliza en motores relativamente pequeños, y funciona mediante la inyección de combustible en los cilindros separados a través de dispositivos como bombas de combustible. El motor multipunto de inyección de combustible suele utilizarse en vehículos más grandes, ya que es más eficiente. Estos motores utilizan un sistema de inyección multipunto para inyectar combustible en varios cilindros al mismo tiempo.
Los motores de inyección directa de combustible funcionan mediante la inyección del combustible directamente en los cilindros. Mientras tanto, los motores con inyección central funcionan mediante la inyección de combustible pasando a través de una o varias toberas antes de llegar a los cilindros. Esta clase es una variación del ciclo Otto clásico que se puede encontrar en algunos vehículos modernos. El sistema de inyección es conocido por aumentar la potencia y reducir las emisiones.
Los motores de combustión interna Otto son motores de combustión mejorados en cuanto a eficiencia, para ahorrar combustible y producir una menor cantidad de emisiones. Esto se logra con la reducción del combustible fósil usado para la combustión. Los motores de combustion interna Otto también son conocidos por su alto rendimiento y poco mantenimiento, lo que hace que sean una opción de motor de combustión interna viable para coches pequeños y viejos que quieren ahorrar combustible y tener una mejor eficiencia energética.
Las principales áreas en las que los motores de combustión interna Otto son eficientes están en la combustión, la refrigeración y la inyección. La combustión es un proceso que consume energía para quemar el combustible, y el óptimo es un proceso a través del cual el combustible se quema a fuego lento. Esto significa que hay un menor consumo de combustible, menos emisiones nocivas y una mejor combustión. La refrigeración es un elemento vital para los motores de combustión interna, ya que reduce el tiempo de combustión profunda y reduce el daño causado por la fricción. Por otro lado, la inyección es un método utilizado para controlar el flujo de combustible al motor, para que el combustible se queme mejor.
En cuanto a la eficiencia estática, los motores de combustión interna Otto obtienen una alta tasa de eficiencia, lo que significa que tienen una correcta combinación de relaciones de compresión, tamaño del cilindro y consumo de combustible. Esto los hace menos propensos a desperdiciar energía a través del escape.
Los motores de combustión interna Otto también son conocidos por su eficiencia mecánica, lo que significa que los mecanismos de control y transmisión tienen una eficiencia de eficiencia y un alto rendimiento en su trabajo. Esto se logra a través del uso de una transmisión automática para controlar el flujo de combustible y el sistema de combustible para mejorar la combustión. Esta eficiencia mecánica ayuda a aumentar la potencia del motor, lo que significa un menor consumo de combustible.