El óxido de nitrógeno (NOx) es un tipo de contaminante peligroso para el medio ambiente producido principalmente por los coches con motor de combustión interna. Es un compuesto formado por el nitrógeno y el oxígeno, y se desprende en forma de gases a medida que el motor quema su combustible. Su presencia en la atmósfera agrava los problemas de salud asociados a la contaminación del aire, como asma, enfisemas y otros problemas respiratorios.
El óxido de nitrógeno (NOX) es una mezcla de óxido nítrico (NO) y óxido nitroso (NO2) que se libera a la atmósfera debido a la combustión de combustibles como el diésel, la gasolina, el gas natural y el gas de biomasa. El NOX se forma como un subproducto de la combustión durante la producción de combustible para los automóviles.
Existe un desequilibrio en el uso de combustible para vehículos, ya que el 25 por ciento de la producción total de dióxido de carbono de los vehículos se produce a partir de los SUV, camionetas y vehículos de pasajeros grandes. Esto significa que el óxido de nitrógeno se libera a la atmósfera en mayores cantidades, lo que contribuye a la formación de smog, lo que causa problemas de salud y efectos adversos en el medio ambiente.
Por lo tanto, la reducción del óxido de nitrógeno (NOX) es uno de los principales objetivos de las regulaciones internacionales sobre los vehículos. Los fabricantes de automóviles están invirtiendo grandes cantidades en el desarrollo de sistemas de filtrado de gases para ayudar a reducir el NOX emitido por sus motores. La tecnología común de filtrado de gases consta de filtros de partículas, circuitos electrónicos, sistemas de alimentación programable y sistemas de control del motor para lograr la reducción del NOX.
Valorar el óxido de nitrógeno también es importante en otros campos como la agricultura, donde contribuye al crecimiento de las plantas y a la producción de alimentos. Por ejemplo, el óxido de nitrógeno ayuda en la absorción de oxidación que luego se convierte en nitratos para la absorción por las plantas. Además, el NOX se usa en combinación con ácido sulfurico para producir acero y, por lo tanto, hay algunos beneficios ecológicos para la producción de acero, como la reducción de la emisión de dióxido de carbono.
El óxido de nitrógeno (NOx) es un contaminante de la atmósfera que se forma principalmente durante la combustión del combustible en los motores de los vehículos. El óxido de nitrógeno es tóxico para la salud humana y es uno de los principales causantes del llamado de “niebla de smog” en muchas ciudades.
En lo que respecta a los vehículos, hay dos formas principales de producción de óxido de nitrógeno. La primera es la combustión directa, donde el combustible es quemado directamente para generar potencia. La segunda es la combustión inducida, donde la combustión se hace indirectamente por medio de un compresor, un turbo o un inyector. Esta última es la forma más común de generación de NOx.
Actualmente, los fabricantes de automóviles están utilizando varias técnicas para reducir las emisiones de óxido de nitrógeno. Una de las técnicas más comunes es la reducción catalítica selectiva (SCR), una tecnología que funciona agregando una forma líquida de urea al líquido de combustible para ayudar a convertir el NOx en dióxido de nitrógeno y vapor de agua. Otra técnica es el uso de tecnologías de combustible limpio, como los combustibles que contienen bajos niveles de azufre. Estas tecnologías ayudan a reducir las emisiones de óxido de nitrógeno sin reducir la potencia y eficiencia del motor.
Los vehículos contribuyen significativamente a la contaminación del aire debido a su uso generalizado. Uno de los principales gases contaminantes que emiten los vehículos es el óxido de nitrógeno (NOx). NOx se forma cuando el nitrógeno y el oxígeno reaccionan debido al calor generado por la combustión. Las altas temperaturas en los cilindros de combustión permiten que el oxígeno reaccione con el nitrógeno para crear NOx. El óxido de nitrógeno es un gas extremadamente nocivo para el medio ambiente.
Los óxidos de nitrógeno son contaminantes que contaminan el aire y, particularmente en concentraciones más altas, contribuyen a la lluvia ácida. Esta agua ácida en la atmósfera puede dañar los bosques, los cultivos y los cuerpos de agua al químicamente decompor la materia orgánica. Además del óxido de nitrógeno, otras emisiones de los autos, como el dióxido de carbono (CO2), pueden contribuir a los efectos del cambio climático a nivel global. El dióxido de carbono es uno de los principales gases de invernadero y es emitido por los vehículos cuando queman combustible.
Conforme a los lineamientos de la Unión Europea destinados a reducir las emisiones de óxido de nitrógeno, los fabricantes de automóviles han implementado conjuntamente tecnologías para reducir el nivel de emisiones. Estas tecnologías incluyen tecnología de catalizadores de emisión, control de combustible electrónico, escape y sistema de control de emisiones. Estas medidas pueden ayudar a reducir el nivel del óxido de nitrógeno y otras emisiones peligrosas. Además, los conductores pueden ayudar a reducir la contaminación del aire al mantener sus vehículos bien mantenidos, ajustando la calibración de la combustión de los motores, haciendo un uso adecuado del acelerador, etc.