Un tren de carretera es el conjunto de neumáticos, llantas y rines asociados a una o varias ruedas de propulsión o de dirección de un vehículo. Tener un tren de carretera adecuado es un factor clave para contribuir a la seguridad, el manejo, el control y la estabilidad del vehículo. La adecuada selección de los neumáticos, el ajuste adecuado del seguimiento y la alineación de los ejes, y un adecuado mantenimiento de los componentes de los trenes de carretera son factores importantes para obtener vehículos seguros y fiables.
Un tren de carretera es un término utilizado para describir la asociación de varios vehículos conectados entre sí con la intención de formar un único conjunto. Está fabricado con un chasis y ruedas en común y los vehículos pueden ser ruedas, camiones, tranvías, automóviles y otros vehículos de motor. Usualmente, hay una unidad principal que le sigue el resto en una secuencia. Esto generalmente se ve en las carreteras.
Un tren de carretera se puede encontrar en muchas formas diferentes. Las señales y los programas dirigidos a edificar la conciencia entre los usuarios de carretera se hacen para mejorar la seguridad del tren de carretera. La formación de los conductores, la sincronización de los dispositivos de seguridad y la adopción de un estilo de conducción seguro ayuda a mantener la seguridad del tren de carretera.
Los trenes de carretera se manejan como un vehículo único. Esto significa que para hacer un cambio de dirección o emercencia, el vehículo motor necesita realizarlo para el resto del tren. Los conductores deben estar atentos durante la conducción de modo que puedan aceptar prontamente un cambio de dirección o emergencia de la unidad motriz.
Un tren de carretera o camioncito es un tipo de automóvil o transporte motorizado utilizado para el transporte de pasajeros. Los trenes de carretera han existido durante siglos, desde que los primeros carruajes se construyeron, a fines del siglo XVIII, para satisfacer la necesidad de transportar pasajeros y carga en ciudades, aldeas e incluso regiones más allá de los límites de una región.
Los primeros trenes de carretera modernos, como los que hoy conocemos, fueron desarrollados durante la década de 1860. Estos trenes de carretera eran conducidos por motores de combustión interna, como automóviles modernos, y tenían un carro combinado con un caballo. Estos trenes eran conocidos como camiones, camiones de vapor o carretas.
Durante el siglo XX, los trenes de carretera se ampliaron y evolucionaron. Los vehículos de camiones se convertían rápidamente en vehículos más grandes y más avanzados, con motor y un equipo más complejo que los de antaño. Muchos de los modernos camiones que circulan por nuestras carreteras hoy en día sufrieron su mayor evolución entre las décadas de 1930 y 1960.
La predominancia de los vehículos de motor, así como el desarrollo de carreteras en todo el mundo, provocó un aumento gradual en el uso de trenes de carretera. Este aumento en el uso ha llevado a la aparición de nuevos estilos de vehículos de camiones, como camiones de carga y autobuses, así como una amplia gama de vehículos de pasajeros, como limusinas.
Los avances modernos en la tecnología, la manufactura y el diseño han ayudado a los trenes de carretera a convertirse en el medio de transporte más seguro en la mayoría de los países. Así como han mejorado la seguridad, también han mejorado considerablemente el rendimiento de los camiones, disminuyendo el consumo de combustible y logrando una mayor eficiencia.