La bujía es un componente de ignición de los vehículos a motor, su función es la de transmitir la carga eléctrica generada por el encendido para prender la mezcla de combustible y aire del carburador. Existen diversos tipos de bujías dependiendo del modelo del vehículo. Las averías más comunes de una bujía son suciedad y desgaste, cuando el coche tiembla al acelerar esto es indicador de algunos problemas en la bujía. El mantenimiento más común para este componente incluye su limpieza y eventual cambio cuando los electrodos se hayan desgastado.
Las bujías son el componente electrico más importantes de un motor, y están diseñadas para limpiar la combustión en una chispa, así como transferir el calor. Existen diferentes tipos de bujías, cada una diseñada específicamente para una marca o modelo de coche. Las bujías más comunes son las de un electrodo, que son utilizadas para la mayoría de los motores y son relativamente baratas. Sin embargo, también hay bujías de dos electrodos y tres electrodos diseñadas para motores modernos que trabajan con altas temperaturas.
Otra variedad de bujías es la bujía de incandescencia, que se usa principalmente en motores diésel. Estas bujías estan diseñadas para proporcionar una mayor fiabilidad y resistencia al calor. Estas bujías contienen un elemento resistente al calor. Por último, hay bujías de alta resistencia, que se desarrollaron para permitir una mayor velocidad de combustión y un mejor rendimiento general.
Es importante que todos los conductores sepan qué tipo de bujía es adecuada para su coche, ya que es un componente fundamental para una combustión eficiente. Cuando buscas una bujía reemplazo, siempre asegúrate de consultar con el manual del conductor para obtener las especificaciones correctas. Si hay dudas o inquietudes sobre qué bujía es la correcta, se recomienda acudir a un mecánico profesional para asegurarse de una sana y correcta instalación.
Las bujías se clasifican dependiendo del tipo de combustible con el que trabajan. Las bujías para motores con gasolina se caracterizan por tener una configuración de temperatura-ángulo (alfa-beta) de trabajo de datos normalizados. Por su parte, las bujías para motores con gasóleo suelen ser de un tipo único y no hay una estricta correlación entre la temperatura y el ángulo de trabajo. En los motores diesel modernos, si se usan bujías con los parámetros habituales tendrán trabajo normalizado.
Además de la gasolina y el gasoil, también existen bujías específicas para biocombustibles, las cuales se diseñan para resistir la corrosión debido a los componentes del biocombustible, fabricadas en materiales específicos para garantizar su calidad. Estas se identifican con la marca “BIO” en su extremo exterior.
Para los vehículos con motores híbridos o eléctricos, se requiere una bujía diferente, ya que no están diseñadas para la combustión de combustible en estos motores. En general, se utilizan bujías de encendido y para prevenir la acumulación de dióxido de carbono en el motor.
Un fallo en la bujía puede manifestarse por una mezcla incorrecta de aire y combustible, chispadas inesperadas en el cilindro, cambios en la presión del aceite, vibraciones anormales del vehículo, problemas en el encendido, problemas en el acelerador, problemas al encender el motor, problemas de una combustión incompleta, etc.
Los problemas más comunes ocasionados por un fallo en la bujía son que el vehículo ahorra combustible, se recalienta el motor, baja la potencia y la aceleración del motor y emite una gran cantidad de gases contaminantes. La bujía dañada también puede causar una combustión por encima del punto óptimo y afectar el consumo de combustible, así como la combustión incompleta.
Los síntomas más comunes de los problemas en una bujía son problemas de encendido, encendido lento, vibraciones excesivas, chispadas entre el electrodo de la bujía, fugas de aceite, problemas con el acelerador, problemas de combustión incompleta, reducción en la potencia del motor, etc.
Para diagnosticar un fallo en la bujía, el mecánico comprobará los cables de alta tensión, el estado de los contactos eléctricos, la separación de los electrodos y el estado de la tercera terminal. Si hay algún problema con la bujía, se debe reemplazar inmediatamente. El mecánico también debe inspeccionar los cables de alta tensión para comprobar si hay daños en ellos. La corrosión, el daño por arañazos y la mala aplicación del cable pueden afectar el buen funcionamiento de la bujía. Si hay algún problema, debe reemplazarse de inmediato.
Los síntomas de una bujía de encendido defectuosa son muy claros, y es importante que los reconozcas rápidamente. Un síntoma común es un motor que se acelera lentamente, también puede notarse una pérdida de potencia y un aumento del consumo de combustible. Otro signo es el encendido retardado, es decir el motor se demoran mucho más de lo normal en encenderse, y esto genera un ruido muy característico. Otro síntoma clave son los problemas de arranque, el motor se tarda en encender incluso en buenas condiciones ambientales o se detiene inesperadamente mientras se conduce. También puede ocurrir que se produzca un escape de gases a través del tubo de escape, así como una vibración en el motor.
Además de estos síntomas, comprobar el funcionamiento del encendido a lo largo del tiempo es primordial para prevenir posibles fallas en la bujía. Algunos síntomas a los que deves prestar atención son: combustión incompleta, causando defectos en la ignición, encendido retardado, golpeteo en el motor, gases de escape con olores claros de combustión incompleta.