El turbo es un mecanismo añadido en algunos vehículos modernos que aporta mayor potencia al motor. Esto se logra gracias al control de la admisión de aire que el turbo lleva acoplado, que suministra un sobrealimentado aumentando la producción de los gases de escape. Esto contribuye a una mejora del rendimiento en términos de potencia y ahorro de combustible. Algunos fabricantes ofrecen vehículos con motores turbo como una opción para aquellos usuarios que desean un mayor desempeño.
El lag del turbo es una situación en la que el motor tarda un cierto tiempo en responder luego de que se presiona el acelerador. Esto puede deberse al hecho de que los motores modernos con turbo se alimentan con mucho aire en comparación con los motores sin turbina. El aire adicional debe ser comprimido por la turbina antes de que el combustible comience a quemarse, lo que puede retrasar la respuesta del motor.
La cantidad de tiempo que tarda el motor en responder a la entrada se conoce como tiempo de respuesta del turbo o lag. Algunos fabricantes de vehículos han incorporado soluciones para reducir el lag de turbo, como la sobrealimentación del motor, el aumento del flujo de combustible y el uso de turbocompresores más pequeños. Estas características mejoran el rendimiento del motor, aligeran el motor y permiten una respuesta más rápida del motor luego de presionar el acelerador.
El lag de la turbina es un factor importante a tener en cuenta al conducir un vehículo con una turbina. Sin embargo, algunos conductores se acostumbran al lag de la turbina y lo consideran una parte natural de la conducción de ese tipo de vehículos. No hay un ha la cantidad de lag es deseado o inaceptable, ya que depende de las preferencias del conductor.
El turbo lag causa una gran demora en acelerar un coche después de un cambio de marcha. Esto se debe principalmente a la presencia de un turbo en el motor. El turbo aporta una gran cantidad de potencia, pero cuesta tiempo generar algunos estabilizarse. Básicamente, tiene que moverse un cierto volumen de aire para poder dar la respuesta deseada.
Básicamente, hay dos opciones para lograr una mejor aceleración del vehículo. El primero es reducir la altura de los embudos de admisión de aire para reducir la temperatura del aire y por lo tanto ayudar a mantener el nivel de potencia. Esto reduce la cantidad de tiempo que toman las turbos para ajustar. La segunda opción es instalar un sistema de alimentación menos exhaustivo para compensar la pérdida de potencia. Esto reduce el tiempo de respuesta de los turbos.
Otra causa del Turbo Lag es el tamaño de los tubos de admisión. Con tubos más largos, el tiempo de recirculación del aire en el motor se incrementa, lo que significa que se requiere más tiempo para que el turbo alcance su presión óptima. Este problema se puede solucionar utilizando un sistema de admisión de aire más pequeño con menos pérdidas de aire. Finalmente, el sistema de control de la presión de aire puede ayudar a reducir el Turbo Lag al optimizar la presión del aire para obtener la mejor aceleración del motor. Esto se logra aumentando la presión del aire del turbo para reducir el tiempo de respuesta.
Una de las principales características de la palabra turbo es que permite al vehículo alcanzar mayores velocidades. Esto se debe a que un turbo aumenta la presión del aire en un motor a combustión interna, lo que permite una combustión más eficiente a más altas velocidades. Como resultado, un turbo aumenta la potencia del vehículo, y a esto se le llama sobrealimentación.
La velocidad máxima de un turbo dependerá en gran medida del vehículo y de la potencia del motor. Por ejemplo, un vehículo con un turbo pequeño puede aumentar su velocidad máxima hasta aproximadamente 3500 rpm, mientras que un vehículo con un turbo más grande puede alcanzar velocidades hasta 5000 rpm. Estas velocidades siempre están sujetas a los límites de velocidad establecidos por la ley de tráfico.
Es importante mencionar que un turbo no es una solución milagrosa para conseguir grandes velocidades. Para aprovechar al máximo el potencial de un turbo, se deben combinar con otros componentes como el sistema de escape y el radiador. Una vez que todos los componentes se han optimizado según el diseño del vehículo, entonces se puede esperar alcanzar velocidades más altas.
Algunos conductores profesionales utilizan turbos para aumentar las velocidades y reducir los tiempos de bajada. Sin embargo, la mayoría de los conductores de vehículos callejeros encontrarán que los turbos no son la mejor solución para lograr grandes velocidades, ya que generalmente se utilizan para aumentar la potencia global y no para mejorar la velocidad con la que el vehículo puede viajar.
El turbo o turbocompresor es una parte muy importante del sistema del vehículo ya que ayuda a aumentar la potencia del motor para obtener un mejor rendimiento. Pueden presentarse problemas con el turbo si no se realiza el mantenimiento adecuado. Aquí se presentan los principales consejos para evitar averías en el turbo:
1. Revise periódicamente la presión de aceite del motor. La presión de aceite es la responsable de lubricar el turbo y prevenir desgaste. Si no hay presión suficiente, el turbo se sobrecalentará y degradará la calidad de los materiales internos.
2. Los filtros de aceite deben cambiarse cada 10,000 kilómetros para mantener la pareja del turbo limpia. Esto permitirá aumentar la presión y reducir el desgaste por exceso de aceite.
3. Más importante que el aceite, es la calidad de combustible, debe verificarse con regularidad. Usar combustible de baja calidad puede conducir a daños graves en el Turbo.
4. No abusar del acelerador. El uso excesivo del acelerador aumentará la carga del turbo con demasiada rapidez, generando un uso desigual del turbo.
5. Mantener las conducciones de admisión de aire limpias. La suciedad en el filtro y las tuberías pueden minimizar la eficiencia del turbo, además de producir ruidos extraños.
6. Siempre andar con moderación. En altas velocidades, el turbo reacciona rápidamente generando una presión elevada al motor.
7. Saltee los primeros km del motor, es decir, recién encender el vehículo prenda las luces y avance a baja velocidad hasta que el turbo tenga presión suficiente para dar el máximo rendimiento.
Para prevenir averías en el turbo siga estos consejos, en caso de ser necesario acuda al taller más cercano para realizar una revisión a fondo. Su vehículo le agradecerá.