Los neumáticos direccionales, como su nombre indica, son neumáticos diseñados para funcionar en una dirección específica. Esto significa que los surcos, agujeros y bandas largas corren en líneas específicas. Esto se puede ver al mirar los laterales de los neumáticos. Los neumáticos direccionales tienen un mayor agarre y frenado poarque están disenado para mover la agua en una dirección. Esta tecnología ayuda a los automovilistas a mejorar su control en carreteras mojadas. Por último, los neumáticos direccionales no deben montarse al revés, ya que puede provocar un mal agarre y desgaste prematuro de los neumáticos.
Un neumático direccional es un tipo de neumático diseñado para la conducción en carretera. Está diseñado para dirigir el agua de lluvia del borde interior del neumático al borde exterior y, por lo tanto, para mejorar el agarre. Estos neumáticos tienen un diseño particular, con ranuras o líneas y hendiduras en el dibujo en la dirección de la marcha del vehículo. Los neumáticos direccionales mejoran la dirección de la carretera, el agarre en curvas y la seguridad en situaciones de lluvia.
Los neumáticos direccionales tienen una mayor durabilidad, ofrecen mejor capacidad de frenado en condiciones húmedas, aumentan la respuesta del vehículo a la dirección y reducen el ruido de la carretera. Estos neumáticos son más caros que los convencionales, pero aún así han ganado popularidad en los últimos años. Esto se debe a que los neumáticos direccionales proporcionan un nivel más alto de seguridad al conducir, especialmente en momentos de mal tiempo.
Los neumáticos direccionales son mejores para los vehículos con tracción en las ruedas delanteras, como los automóviles deportivos, porque pueden minimizar el subviraje. Si escuchas ruido mientras giras el volante, es posible que tengas los neumáticos direccionales montados no correctamente. Debes cambiar la orientación de los neumáticos para evitar cualquier problema.
Se sabe que un neumático direccional por lo general tiene unas ranuras más profundas en los flancos de las mismas, de modo que los cantos de los flancos de estos neumáticos tienen formas claveteadas inclinadas hacia un lado. Estos diseños especiales permiten al conductor tener una mejor dirección, agarre y control del vehículo, principalmente cuando el asfalto está mojado.
Los fabricantes también hacen que los neumáticos direccionales tengan unas letras en las paredes laterales de los mismos, permitiendo que el conductor entienda rápidamente si el neumático es de un modelo direccional o no.
Si bien estas letras tienen varias formas, el signo común es una flecha haciendo referencia a la dirección de giro adecuada que debería tener el conductor. Esta flecha debe coincidir con la dirección de giro de la rueda en la que se encuentra y no puede variar.
Para verificar esto, el conductor o el mecánico deben asegurarse de que se alineen correctamente cuando se colocan los neumáticos en ruedas y trenes. Si los neumáticos se alinean correctamente, entonces se han colocado en la dirección correcta. En caso contrario, hay que asegurarse de reproducir el diseño claveteado en la dirección correcta. Si la flecha apunta hacia abajo, el neumático es direccional.
Los neumáticos direccionales pueden mejorar la eficiencia de los automóviles, pero se debe tener cuidado de mantener la presión de los neumáticos según la recomendación del fabricante y reemplazar los neumáticos cuando sea necesario para garantizar la seguridad en todo momento.