El volumen perjudicial en un vehículo se refiere a la cantidad de ruido que un vehículo produce. Estas emisiones de ruido pueden ser perjudiciales no solo para los oídos, sino también para el medio ambiente. Estas emisiones se emiten a través del motor, los neumáticos, la dirección y los sistemas de escape. Si el volumen perjudicial supera los niveles aceptables, generalmente hay algunas leyes para limitar la cantidad de ruido que un vehículo puede emitir.
El volumen perjudicial se refiere al impacto ambiental generado por vehículos motorizados. Esto incluye gases de escape, ruido y contaminación del aire. Los contaminantes incluyen sorbentes tales como partículas de carbono, ozono y dióxido de nitrógeno. También se suman los elementos que contribuyen a la habilidad del aire para transportar oxígeno, así como los efectos sobre la salud humana, el suelo y los cuerpos de agua.
Este volumen incluye no solo el impacto ambiental directo causado por el funcionamiento de vehículos motorizados, sino también otros problemas ambientales que la industria de los vehículos motorizados puede crear, tales como la producción de partes usadas y la disposición inadecuada de desechos.
Las condiciones del volumen perjudicial cambian según la cantidad de vehículos que circulan en un área, la calidad del combustible utilizado, el estado de mantenimiento de los vehículos y la calidad del aire. Las emisiones nocivas pueden provocar enfermedades respiratorias graves, como la asma o el cáncer de pulmón. Estas enfermedades pueden afectar a la población local que está expuesta regularmente a la contaminación del aire. Debido a esto, la reducción del volumen perjudicial es una prioridad global.
Con el fin de reducir el volumen perjudicial, hay algunas iniciativas recomendadas, como la descontaminación periódica y las restricciones de seguridad establecidas por los gobiernos para el uso de vehículos motorizados. Además, hay diferentes tipos de vehículos híbridos que están diseñados para reducir los niveles de emisiones de escape de vehículos. Estos vehículos utilizan una mezcla de combustible convencional y combustibles alternativos, como la batería, para reducir las emisiones.
El volumen perjudicial es uno de los resultados de la emisión de los motores de los vehículos. Estas partículas se liberan al medio ambiente por diversas razones, como el combustible, los aceites para motor, quemaduras ineficientes, el uso de productos con malas calidades y la presencia de impurezas en el motor.
Es por esta razón que, para proteger y evitar el exceso de emisiones perjudiciales, los fabricantes de automóviles cuentan con diferentes sistemas de control de emisiones. Esto se ha convertido en un factor muy importante en la producción de cualquier auto moderno.
Además de los motores de los vehículos, el volumen perjudicial también se genera por las partículas provenientes de la quema de combustibles fósiles como ¿carbón, petróleo y gas natural, así como por los árboles y otros restos orgánicos. Estos productos emiten partículas que pasan a formar parte del aire que respiramos, contaminando el ambiente.
Para evitar la contaminación derivada del volumen perjudicial, se han tomado medidas a nivel nacional e internacional para regular las emisiones de los vehículos. Por ejemplo, en varios países se requiere que los conductores pasen una prueba antes de poder conducir. Esta prueba se usa para determinar el nivel de emisiones y la calidad del motor.