Una pila de combustible es un dispositivo de energía eléctrica que produce electricidad mediante una reacción química sustentable. En la actualidad, se usa comúnmente como una fuente de energía alternativa para los vehículos eléctricos. Esta reacción convierte la energía química del combustible en energía eléctrica sin emisión de gases de efecto invernadero. Las principales ventajas de la pila de combustible son su eficiencia en términos de impuestos, rendimiento y economía de combustible.
Una Pila de Combustible o fuel cell es un dispositivo electroquímico que transforma directamente en electricidad la energía química contenida en un combustible, y transmite la energía producida a un circuito eléctrico. Las más comunes son las pilas de combustible de hidrógeno, que han sido cada vez más populares para alimentar los vehículos eléctricos.
Un elemento clave de una pila de combustible es su membrana de combustible célula. Esta membrana permite que los átomos de hidrógeno penetren a través de ella para reaccionar con el oxígeno y producir electricidad en el interior. El electrolito actúa como una barrera entre dos electrodos que permite que esta reacción se lleve a cabo. La energía producida se transmite a un circuito externo para producir electricidad.
La combustible célula es una tecnología muy eficiente para crear electricidad. Al ser un dispositivo electroquímico, no hay ninguna emisión de gases de escape peligrosos que se liberan en la atmósfera. Esto es una ventaja importante sobre los motores tradicionales. Además, las Pilas de Combustible pueden ser desarrolladas para poder trabajar con casi cualquier combustible incluyendo hidrógeno, gas natural, gas licuado y diésel.
La cantidad de electricidad generada depende de la cantidad de gases alimentados al dispositivo. Generalmente, la eficiencia de la Pilas de Combustible está alrededor del 50 o 60 % de la energía total contenida en los combustibles que se usan. La automoción es la principal área donde se aplican las Pilas de Combustible, ya que los vehículos basados en ellas tienen menores emisiones que los vehículos convencionales.
Las pilas de combustible son una forma de generar electricidad a partir de combustibles químicos, como el hidrógeno y/o los combustibles formados por hidrocarburos tales como el metano. Esta energía, una vez generada, puede ser utilizada para alimentar sistemas y aplicaciones con una amplia gama de aplicaciones diversas.
Las pilas de combustible son una tecnología de energía limpia, en la que los gases de combustible se combinan para producir electricidad utilizando solo unos pocos compuestos. Estas utilizan oxígeno del aire para producir electricidad para equipos eléctricos, particularmente en sistemas que requieren un suministro continuo de electricidad para sus operaciones.
Algunas de las principales aplicaciones de las pilas de combustible incluyen el diseño de equipos de emergencia y de motores, tales como equipos de bombeo de incendios, generadores móviles, e incluso pequeños vehículos, como drones o vehículos autónomos. Las baterías recargables también pueden utilizarse para alimentar dispositivos portátiles tales como ordenadores portátiles, cámaras, herramientas eléctricas, automóviles y camiones, entre otros.
Las pilas de combustible también se utilizan para la producción de combustible limpio para motores convencionales, lo que ayuda a reducir las emisiones contaminantes y el consumo de combustible. Esta tecnología se ha mostrado prometedora para la producción de energía renovable, con un mayor potencial para usar combustibles alternativos tales como el metano y/o el hidrógeno, para aplicaciones de vehículos y producción de energía.